A un año de la emergencia sanitaria que azota al país producto de la pandemia generada por el covid-19, el rubro comercial se ha visto seriamente afectado, especialmente a raíz de las cuarentenas que dejan sin posibilidad de abrir a los negocios que no son considerados de primera necesidad.

Osorno se encuentra bajo su cuarto confinamiento del año en pandemia, los que han traído consecuencias bastante nefastas. Y es que ya son decenas los locales comerciales de diferentes tipos -que van desde peluquerías hasta bares y restaurantes- que han tenido que bajar las cortinas para siempre ante la dificultad de mantenerlos en pie, porque sin ingresos se hace difícil seguir con vida.

El rubro alega que no han llegado las ayudas -como por ejemplo los bonos del Gobierno- para poder reducir las deudas, lo que también ha incidido en el cierre del comercio.

Pero dentro de los cientos de emprendedores o trabajadores que han visto mermadas sus posibilidades de trabajar, existen historias de osorninos que son dignas de destacar. Y es que ante la adversidad han logrado reinventarse, dejar la frustración y la rabia de lado, para aventurarse en otros proyectos para generar recursos.

Entre ellos se cuenta los casos de Carlos Pizzarro, quien fue propietario del local gastronómico "Full Break" junto a su