Rionegrinos lamentan partida de la vecina más longeva de la región
DECESO. María Rosa Vásquez vivía en el barrio Carlos Condell y estaba próxima a cumplir 108 años de vida. Pese a su edad, era autovalente en su hogar.
Acompañada de su familia dejó de existir a las 6 horas de ayer en su hogar, víctima de una neumonía, María Rosa Vásquez Vargas, de 107 años, la mujer más longeva de la Región de Los Lagos y una de las de mayor edad en el país.
Madre, abuela y bisabuela, era ampliamente conocida y respetada en el barrio Carlos Condell de la ciudad de Río Negro. Fue testigo de innumerables acontecimientos de su tierra por adopción, ya que nació en Calbuco el 15 de junio de 1913, según contó a El Austral de Osorno en su último cumpleaños. Y por diversas razones no conoció a sus padres, porque su mamá falleció cuando ella tenía sólo 3 años y su padre dos años más tarde. Ante tal infortunio de su primera infancia, la crió su tía Candelaria.
Se casó con Jorge Monsalve en 1948, enlace del que recordaba momentos hermosos, de mucho esfuerzo y trabajo en el sector rural de Los Angeles, en Río Negro.
Admitió que por la partida de su marido en 1992 sufrió mucho. Lo cierto es que en el presente gozaba de todo el afecto, amor y cariño entrañable de sus hijas Luvidina y Delfina, su yerno Patricio, nietas Soraya y Loredana, y su biznieto Marcos.
"copita de menta"
La longevidad de María Rosa fue notable. No utilizaba lentes ópticos y era capaz de entablar una conversación sin grandes problemas. Hasta los últimos días de su existencia fue autovalente, incluso salía al patio diariamente y daba de comer a sus gallinas, ayudada celosamente por sus hijas. Y seguía siendo cariñosa, ya que a sus visitantes mayores siempre les ofrecía una copita de menta. "No contiene alcohol, además que la menta es buena para el estómago y para pasar el frío", añadía.
La señora María Rosa narraba que en su vida llegó a parar sólo una vez al hospital "y fue a causa de un accidente que me dejó sólo un par de moretones". Con este récord de los 107, la señora María Rosa Vásquez ya inscribió su nombre en los anales de la historia de Río Negro y de la zona sur por su marcada longevidad.
Sus restos fueron sepultados en un ambiente de mucha pena y dolor la tarde de este sábado en el Cementerio Católico de la ciudad.