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Filipinas prohíbe las muestras de afecto en público para frenar el covid-19: la policía regañará a infractores

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Las autoridades de Filipinas han prohibido las muestras de afecto en público, como los abrazos o los apretones de manos, aún entre convivientes y familiares, para frenar la expansión del covid-19, en medio de un aumento de los contagios en varios puntos del país.

Las parejas tampoco podrán acariciarse o besarse en los lugares públicos, informó el portavoz de la Policía Nacional de Filipinas, el general Ildebrandi Usana, como parte de los esfuerzos del cuerpo uniformado para hacer cumplir los protocolos de salud pública.

Usana explicó que no se impondrán sanciones formales a los infractores de la norma "por ahora", pero confían en que "los filipinos puedan ejercer autodisciplina sin necesidad de ser reprendidos".

"Simplemente los regañaremos. Tal vez con una mirada del agente de policía se detengan. Si no, simplemente les recordaremos que eso que hacen no está permitido", indicó el portavoz policial.

En otra intervención ante la prensa, el jefe de la Policía, Debold Sinas, señaló que las autoridades no han sido muy estrictas hasta ahora en hacer cumplir esas medidas, que no son más que una continuación de los estrictos protocolos de seguridad en lugares públicos.

Sinas indicó que la policía reforzará su presencia en centros comerciales, restaurantes, plazas y otros establecimientos para vigilar esos "actos de intimidad".

Los funcionarios también se encargarán de recordar la obligatoriedad de respetar la distancia social y llevar mascarilla y protector facial en espacios públicos.

Repunte de contagios

Filipinas se encuentra a punto de cumplir un año de estricta cuarentena y vive un preocupante repunte de los contagios en las últimas semanas, con más de 2.000 nuevos casos diarios, que ya superan los 600.000 desde el inicio de la pandemia.

De acuerdo con las estadísticas del Centro de Recursos del Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), la nación del Sudeste Asiático es la número 30 del planeta con más casos de la enfermedad, que ha causado 12.500 muertes entre una población cercana a los 100 millones.

Expertos han advertido que Filipinas podría registrar hasta 6.000 nuevos casos diarios en las próximas semanas, la mitad en la capital, Manila, si no se contiene la tasa de reproducción actual del virus, situada en 1,66.

12.500 muertos ha causado la pandemia en el país del Sudeste Asiático, que tiene una población estimada de 100 millones de habitantes.

Impacto sanitario de Fukushima divide a japón a 10 años del accidente nuclear

ANIVERSARIO. El gobierno y Naciones Unidas descartan efectos en la población a causa de la tragedia, una versión que es cuestionada por entidades como Greenpeace y HRW.
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Agencias

El gobierno de Japón sigue investigando el impacto de la radiactividad sobre la salud pública en Fukushima a raíz de la crisis nuclear de 2011, tras el informe publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que coincide con la versión oficial, pero del que discrepan organizaciones independientes.

Al cumplirse 10 años de la tragedia, el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear) descartó vínculos entre el accidente atómico y una mayor incidencia de enfermedades en Fukushima.

Las autoridades japonesas, que hasta ahora afirman que tampoco han encontrado ninguna conexión entre el accidente nuclear y la incidencia del cáncer o la leucemia en la región, mostraron su intención de seguir investigando a medio y largo plazo, para tratar de esclarecer un tema que aún genera controversia e inquietud una década después.

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El Ejecutivo nipón aspira a "poder responder a la preocupación de la gente" sobre el tema, según respondió su portavoz Katsunobu Kato, al ser preguntado por el informe presentado en Viena.

El funcionario recalcó que "garantizar la salud de los residentes es una de las prioridades de la reconstrucción y recuperación" de la prefectura afectada por el terremoto y el tsunami de 2011 y del consiguiente desastre nuclear, considerado el peor desde el de Chernobyl (Ucrania) en 1986.

Los expertos de la ONU consideran que no se ha documentado "ningún efecto adverso de salud entre los residentes de Fukushima que sea directamente atribuible a la exposición a la radiación" emanada de la accidentada central de Daiichi, al igual que otros estudios encargados por las autoridades niponas y publicados de forma anual.

El amplio informe de la Unscear, de unas 250 páginas, sí se hace eco de una subida de los casos de cáncer de tiroides entre niños y jóvenes, aunque la atribuye al uso masivo de modernos métodos de diagnóstico para detectar problemas en esa glándula.

Los estudios conducidos por la Universidad Médica de Fukushima tampoco han podido establecer una correlación entre la radiactividad y ese tipo de cáncer, aunque apuntaban a que era necesario un seguimiento a largo plazo (de hasta 20 o 30 años) para extraer conclusiones más fiables.

La Unscear también destacó el impacto psicológico y social, y los problemas de salud que han deparado la evacuación a largo plazo de las zonas más contaminadas de radiación, un asunto que ya motivó a expertos en derechos humanos de la ONU a llamar la atención a las autoridades niponas.

Versiones contrastan

La visión oficial nipona y la del panel de la ONU contrastan con las de organizaciones como Greenpeace y Human Rights Watch (HRM), que vienen denunciando un posible desfase entre la situación real sobre el terreno en Fukushima y la versión de las autoridades japonesas.

"Hay muchos problemas en este informe", dijo el experto en temas nucleares de Greenpeace para Asia, Shaun Burnie, señalando la abundancia de "incertidumbres" y unas conclusiones "contradictorias" y dirigidas a "subestimar" el impacto de la radiación.

"El informe dice que no podemos distinguir tipos de cánceres vinculados a la radiación, pero eso no significa que no haya habido casos a raíz del accidente", estima el experto de la ONG ecologista y antinuclear.

En concreto, afirmó que en Japón se habrían producido unas 4.400 muertes por cáncer relacionadas con la crisis nuclear "si se aplica un modelo de riesgo estandarizado a los datos manejados por Unscear de exposición a la radiación distribuida por habitante", un dato clave que "extrañamente" no ha sido incluido en el informe, entre otros.

Burnie también subrayó que Unscear, un organismo financiado por los estados miembros de la ONU entre los que se encuentra Japón, "se esforzó durante décadas por restar importancia al accidente nuclear de Chernobyl".

La ciudadanía sigue desconfiando

El relato de las autoridades no termina de convencer a la sociedad civil ni menos a los habitantes de la prefectura, que pierde población desde 2011 y sigue arrastrando el estigma nuclear. El temor a la radiactividad es una de las principales razones por las que en torno a la mitad de las más de 36.000 personas que siguen desplazadas por la crisis atómica no tienen deseos de volver aunque se levante la prohibición, junto a la incertidumbre sobre el desmantelamiento de la central.

36.000 personas fueron evacuadas de sus hogares tras el colapso de la central atómica, provocado por un terremoto y posterior tsunami.

4.400 casos fatales de cáncer asociados a la exposición a la radiactividad cuentan ONG basándose en el modelo de riesgo de la ONU.