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Estados Unidos sanciona a Rusia por caso de Nalvani

TENSIÓN. Inteligencia estadounidense concluyó que el Servicio de Seguridad ruso usó el tóxico Novichok contra el opositor, por lo que sancionó a siete funcionarios
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Agencias

El Gobierno de Estados Unidos anunció sanciones contra siete funcionarios rusos, entre ellos el jefe de la Inteligencia, Alexandr Bórtnikov, por el envenenamiento y encarcelamiento del líder opositor, Alexéi Navalni, en el primer movimiento contra Moscú por parte del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden.

El secretario de Estado, Anthony Blinken, remarcó que el objetivo de las sanciones es enviar "un claro mensaje de que el uso de armas químicas y abuso de los derechos humanos tiene graves consecuencias".

Con estas sanciones, EE.UU. se suma a las impuestas previamente por la Unión Europea (UE) y comparte las preocupaciones sobre "una profundización del autoritarismo" en Rusia, agregó Blinken.

En su reciente participación en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Biden declaró que la "alianza transatlántica" entre Estados Unidos y Europa "ha vuelto" tras cuatro años de tensiones, en referencia al ya expresidente Donald Trump, quien apostó por un nacionalismo agresivo.

Primeros sancionados

Junto a Bórtnikov, también figuran en la lista de castigados Ígor Krasnov, el fiscal general ruso; Serguéi Kiriyenko, jefe adjunto de gabinete del presidente de Putin, y el viceministro de Defensa ruso, Alexéi Krivoruchko.

Como consecuencia de estas medidas, quedan congelados los bienes que pudieran tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben las transferencias financieras con entidades de EE.UU.

Asimismo se imponen restricciones a algunas exportaciones rusas, y se suspende la emisión de visados a los individuos sancionados. Washington recalcó, además, que cuenta con informes que confirman "con gran confianza" que Navalni fue envenenado por agentes del servicio de Inteligencia ruso con el agente químico Novichok.

El líder opositor ruso, de 44 años, cumple actualmente una condena de dos años y medio por un antiguo caso penal de fraude y lavado de dinero. Su encarcelamiento provocó multitudinarias protestas en toda Rusia, en las que fueron detenidas miles de personas.

El Gobierno de Biden también anunció sanciones para 13 empresas, en virtud de la Ley de Control y Eliminación de Armas Químicas y Biológicas de Estados Unidos. Asegurando que la mayoría de los sancionados estuvieron involucrados en la producción de agentes biológicos y químicos.

Las sanciones son las primeras contra Rusia por parte del Gobierno de Biden, que se comprometió a enfrentarse al presidente Vladimir Putin por los presuntos ataques a figuras de la oposición rusa y el hackeo del exterior, incluso contra agencias gubernamentales y empresas estadounidenses.

Sanciones de la ue

La Unión Europea ya había anunciado nuevas sanciones contra funcionarios rusos de alto rango por el encarcelamiento de Navalni.

El bloque de 27 países impuso prohibiciones de viaje y congeló los activos en Europa del jefe del Comité de Investigación de la Federación Rusa, Alexander Bastrykin; del fiscal general, Igor Krasnov; del jefe de la Guardia Nacional, Viktor Zolotov; y del jefe del Servicio Penitenciario Federal, Alexander Kalashnikov.

Además de las sanciones por el caso Navalni, el Gobierno de EE.UU. planea responder a un masivo hackeo ruso contra agencias del gobierno federal y empresas estadounidenses que puso al descubierto vulnerabilidades en el suministro cibernético.

Rusia avisa que responderá a las nuevas medidas

Moscú responderá sin falta a las sanciones de Estados Unidos, declaró el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. "Reaccionaremos sin lugar a duda. Nadie ha derogado las reglas de la diplomacia, y una de ellas es la reciprocidad", afirmó Lavrov, aunque no precisó cuál sería la respuesta de Rusia. Según el diplomático, "no hay mucho que comentar" de las sanciones "ilegítimas y unilaterales que casi siempre sin razón" imponen EE.UU. y "los miembros de la UE que siguen su ejemplo".

Alivio en Nigeria por la liberación de 279 alumnas que habían sido secuestradas

VIOLENCIA. Fueron cifradas erróneamente en 317 estudiantes por las autoridades.
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Las 279 estudiantes secuestradas el viernes pasado en una escuela pública de mujeres del estado de Zamfara, en el noroeste de Nigeria, fueron puestas en libertad ayer, según confirmaron fuentes policiales.

"Sí, las 279 alumnas fueron liberadas: está confirmado. Ahora están siendo atendidas por funcionarios del gobierno regional", explicó el portavoz de la policía de Zamfara, Mohammed Shehu.

Las estudiantes, que las autoridades cifraron erróneamente en un principio en 317, fueron capturadas el 26 de febrero después de que un grupo de hombres armados irrumpieran en la Escuela de Secundaria de Ciencias del Gobierno en la ciudad de Jangebe, cerca de la una de la madrugada.

Un empleado del colegio, que habló anónimamente tras el secuestro con la Agencia de Noticias de Nigeria, cifró entonces en "cientos" los atacantes, que "invadieron la ciudad y dispararon al aire para asustar a los residentes antes de entrar a la escuela".

"Hemos estado en discusiones desde el sábado con los secuestradores y alcanzamos un acuerdo el lunes a las cuatro de la tarde para liberar a las niñas", declaró el gobernador de Zamfara, Bello Muhammad Matawalle.

Matawalle recibió a las alumnas liberadas en la sede del gobierno del estado, situada en la capital Gusau, alrededor de las cinco de la mañana.

"Nos alegramos de que las 279 hayan regresado sanas y salvas", dijo el gobernador, que también aseguró que no se pagó ningún rescate por la liberación y detalló que las estudiantes "se someterán a revisiones médicas y se les proporcionará una dieta saludable antes de ser devueltas con sus familias".

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, celebró también la liberación de las estudiantes y dijo trabajar "arduamente para poner fin a estos incidentes de secuestro sombríos y desgarradores. Los militares y la policía seguirán persiguiendo a los secuestradores".

El jefe de la junta militar de Myanmar defiende a la policía

CRISIS. Min Aung Hlaing aseguró que usan los "medios menos dañinos".
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El jefe de la junta militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, defendió la actuación de las fuerzas de seguridad, que ayer continuaron la represión de las protestas que dejó una treintena de muertos desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.

El líder del golpe militar dijo que la policía está controlando la situación usando un "mínimo de fuerza" y con los "medios menos dañinos", según informó el medio oficialista Global New Light of Myanmar.

Min Aung Hlaing realizó estas declaraciones durante una reunión de la junta militar, al día siguiente de la jornada más sangrienta de las protestas en las que una veintena de manifestantes murieron a causa de los disparos policiales.

"La MPF (policía birmana) está realizando su trabajo siguiendo las prácticas democráticas y las medidas que está tomando son incluso más suaves que las de otros países", agregó el general golpista.

Min Aung Hlaing también sostuvo que se están tomando medidas contra los funcionarios que se han unido al movimiento de desobediencia civil, que fue iniciado por trabajadores sanitarios tras el golpe y al que se han unido todo tipo de trabajadores.

Tras otra noche con internet bloqueado por la junta, los birmanos volvieron a salir a las calles de Rangún, la mayor ciudad del país, y otras localidades para protestar contra el golpe y pedir la liberación de sus líderes electos detenidos, incluida la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi.

Los agentes volvieron a usar gases lacrimógenos y dispararon con munición de goma y real causando al menos 15 heridos entre los manifestantes pacíficos.

Entretanto, los ministros de Exteriores de los 10 países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) se reunieron para abordar la crisis en Myanmar. El canciller de Singapur, Vivian Balakrishnan, aseguró que "los ministros escucharon a los representantes de la autoridad militar de Myanmar" tras condenar "el uso de la fuerza letal contra civiles".

El Ejército justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre sin presentar ninguna prueba.

15 heridos por bombas lacrimógenas, municiones de goma y reales dejó la protesta de ayer.