Es importante que la ciudadanía se informe adecuadamente respecto del calendario de vacunación para que el proceso se desarrolle de manera ordenada, por turnos, sin aglomeraciones, con el fin de no generar nuevas fuentes de contagio. Al momento de recibir la primera dosis, a cada persona se le entrega una tarjeta en que se le indica con claridad cuándo debe concurrir a la segunda dosis, que es necesaria para alcanzar la protección adecuada contra el virus. Además, se piden antecedentes como el correo electrónico o teléfono, para que a través del hospital digital se le puedan enviar mensajes en los cuales se les recordará la fecha en que debe administrarse la segunda dosis.

Vacunarse contra el coronavirus es voluntario y gratuito, y solo se requiere que la población mencionada en esta primera fase presente su cédula de identidad, para acreditar las edades. Pero si bien concurrir a los centros de salud a inmunizarse es una acción voluntaria, hay que considerar que ello permite proteger su salud y la de los demás, porque con ello se evita o se restringe la diseminación del virus, resguardando especialmente la vida de las personas más cercanas. También es un acto de solidaridad con los grupos de mayor riesgo, como son los adultos mayores, los enfermos crónicos y los funcionarios de la salud.

A pesar de la llegada de las vacunas y del inicio del proceso de inmunización, que en estos primeros diez días ha sido exitosa, las autoridades han reiterado que no se deben relajar las medidas de cuidado, como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social, con el fin de avanzar en el combate a la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a los países que no descuiden las medidas contra el coronavirus. Pese al alentador panorama por las vacunaciones masivas, todavía hay muchos países con un número creciente de casos.

Se recuerda que el año pasado hubo momentos en que casi todos los países que relajaron muy rápido las medidas de prevención, porque habían bajado los contagios, sufrieron una oleada aún más fuerte de casos.

La búsqueda de la calidad es un objetivo permanente del quehacer diario de las instituciones de educación superior y lo hacen teniendo como consecuencia entregar los mejores servicios académicos a sus estudiantes. Esa es la gran razón del esfuerzo en pos de la mejora permanente de sus procesos académicos, administrativos y de servicios. ¿Pero cómo medimos y hacemos evidente ese esfuerzo y los cambios en el mejoramiento de las instituciones?

La forma reconocida para esa medición son los procesos de acreditación institucional a cargo de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), que tiene la potestad y los mecanismos para realizarla, determinar y comprobar, después de una acuciosa revisión de la institución sometida a la acreditación, los avances y calidad con que la institución realiza sus procesos administrativos y académicos.

Un buen resultado en la acreditación institucional, es la demostración de un trabajo exitoso de largo plazo, sistemático, riguroso, permanente y silencioso, en cuyo proceso están involucradas una multiplicidad de personas que conforman equipos.

En nuestra región de Los Lagos, las Instituciones de Educación Superior, se encuentran en su gran mayoría acreditadas, y siendo este un proceso de mejoramiento y de revisión continua, recientemente el Instituto Profesional Santo Tomás obtuvo una acreditación avanzada de 5 años por parte de la CNA en las áreas obligatorias de Gestión Institucional y Docencia de Pregrado, resultado que se suma a la obtenida el año 2019 por el Centro de Formación Técnica Santo Tomás, también con 5 años de acreditación.

Hoy, la región cuenta con instituciones que se encuentran en los primeros lugares en años de acreditación, lo que se traduce en asegurar a los estudiantes y sus familias que están recibiendo una educación superior dentro de parámetros de excelencia esperados.

Por otra parte, el Instituto Profesional Santo Tomás, con motivo de esta acreditación y otros requisitos ya cumplidos, podrá sumarse, después de un proceso de postulación y aceptación por parte del Ministerio de Educación, a poder otorgar el beneficio de la gratuidad a sus estudiantes que cumplan con los requisitos a partir del año 2022.

Eugenio Larraín, rector instituciones Santo Tomás Osorno y Puerto Montt