Ideas hacia las cuales mirar
En 2016 y 2019 se realizaron en Chile reuniones ciudadanas sobre los temas que debieran estar en una nueva Constitución. También fueron definidos los derechos básicos a resguardar, priorizando educación, salud, igualdad ante la ley y vivienda digna.
Este año comenzará a escribirse una nueva Constitución. La redactarán 155 personas y el 23 de enero se sabrá los nombres de los postulantes aceptados por el Servicio Electoral (Servel). La elección será el 11 de abril y luego vendrá el trabajo de la Convención.
Antes de que ese proceso se inicie, resulta interesante recordar el camino recorrido para llegar hasta aquí. Y un punto de partida puede identificarse en el Proceso Constituyente realizado en 2016, con amplia participación ciudadana, que se tradujo en 90.804 consultas individuales respondidas a través de la página web habilitada con este propósito; 7.964 Encuentros Locales Autoconvocados (ELA); 656 mesas de Cabildos Provinciales y 491 mesas de Cabildos Regionales.
En esas instancias se preguntó por los principios que la ciudadanía esperaba ver reflejados en una nueva Constitución. Entre ellos fueron elegidos Justicia, Igualdad y Democracia; seguidos por Respeto por el Medio Ambiente, Descentralización, Bien Común, Respeto y Seguridad.
También fueron definidos los derechos básicos a resguardar, priorizando educación, salud, igualdad ante la ley, vivienda digna, protección del medio ambiente, seguridad social, a la vida, salario equitativo y libertad de expresión.
Además, el proceso pidió a los participantes que identificaran deberes a cumplir por los ciudadanos. En orden de menciones, los elegidos fueron protección de la naturaleza y del patrimonio histórico y cultural; respeto a los derechos de otros; cumplimiento de las leyes; protección de los derechos humanos; ejercicio legítimo y no abusivo de los derechos; responsabilidad y respeto por la Constitución.
Estos resultados -dados a conocer en enero de 2017 por el Comité de Sistematización Constitucional- no distan mucho de los resultados de los cabildos autoconvocados efectuados tras el llamado "estallido social" de 2019.
En ambos procesos hay ideas transversales que bien podrían orientar la discusión constitucional y tal vez dar más luz a los convencionales, para recordar la voz ciudadana expresada en ellas.