Correo
La ficción de las encuestas
Los números, tendencias y proyecciones de las encuestas firman certificados de nacimiento y defunción de proyectos políticos. Un 7% o un 33% puede equivaler al desahucio de un periodo presidencial.
La percepción de poco más de mil personas entrevistadas tiene el poder de revocar gobiernos, porque las cifras se presentan como verdades o post-verdades y se apropian de la apariencia de la realidad social, de lo que pensamos todos.
Ofrecer datos con certificación de realidad, para que candidaturas soñadas se transformen en ficticias y, sondeos mediante, en realidad social; no importa que sean 300 o 400 personas de una base de datos desconocida ¡esa es la magia particular del material narrativo que proveen estos estudios!
Una pregunta es una manera de fijar la mirada, un sesgo razonable, una forma honesta de observar. Pero, no existen preguntas objetivas si preguntar es elegir algunos aspectos por sobre otros. Preguntar es destacar y, por eso, las respuestas siempre estarán ancladas a las preguntas, aunque a veces las respuestas se rebelen. Quizás sea mejor preguntarse más por las preguntas que se hacen y menos por las respuestas que se dan; más por la ficción que están construyendo los sondeos que por los números que arrojan.
Fernando Cruz, sociólogo
Salud mental en residencias
La pandemia deja en evidencia la grave carencia en atención de salud mental para atender a niños y adolescentes que están bajo el sistema de protección especializada. Las residencias tenemos el deber de dar una respuesta oportuna para reparar traumas y heridas producto de las graves vulneraciones de derechos. Pero nos sentimos impotentes, ya que no se cuenta con una red pública de apoyo que permita prevenir, contener y tratar esos sufrimientos.
Estimamos que alrededor de un 44% de los niños y adolescentes presentan graves problemas de salud mental, de los cuales, alrededor del 12% está en espera de atención y un 19% está siendo atendido en la red privada. Esto evidencia la proporción de niños y adolescentes en los hogares, especialmente adolescentes que suelen descompensarse afectando su salud y bienestar, así como de los demás niños que viven junto a ellos en la misma residencia.
Hacemos grandes esfuerzos por formar al personal y desarrollar actividades que permitan la contención emocional. Sin embargo, reconocemos que solos no podemos.
Necesitamos con urgencia que el Ministerio de Salud, la Subsecretaría de la Niñez y el equipo de implementación del Nuevo servicio de Protección Especializada consideren recursos de manera permanente y sostenida en el tiempo para dar respuesta a las necesidades integrales y prioritarias de salud mental de los niños y adolescentes que están en el sistema de cuidado alternativo. Pero para abordar la urgencia solicitamos la conformación de una mesa de salud mental a nivel central y regional con la participación de las organizaciones para abordar los casos urgentes, y no tener que lamentar nuevamente situaciones que impacten en la integridad física de los niños y niñas que atendemos.
Teresa Izquierdo, representante de la Mesa de Residencias Organismos Colaboradores del Sename
Ley de muerte digna
El proyecto sobre muerte digna y cuidados paliativos, aprobado el pasado 17 de diciembre por la Cámara de Diputados, podría facultar al equipo de salud a adelantar la muerte, pero ¿garantizamos con eso una muerte digna?. No.
En cuidados paliativos, la solicitud de eutanasia es una urgencia, lo entendemos así por el dolor físico, síquico, espiritual o existencial profundo que la persona vive y que hace comprensible su solicitud de muerte anticipada, necesita ser aliviada y contenida en sus síntomas físicos, síquicos y espirituales, lo cual es posible paliar con fármacos, asistencia síquica y acompañamiento espiritual.
Si un paciente sufre de una enfermedad no oncológica, no tiene derecho a acceder a cuidados paliativos, ya que, éstos en Chile, se garantizan para personas con cáncer avanzado o dolor severo.
Con lo antes descrito, quisiera aclarar a la población en forma enfática que este proyecto de ley no es un proyecto de muerte digna, más bien es un proyecto de aprobación de eutanasia; los cuidados paliativos afirman la vida y aceptan la muerte de forma natural, no intencional, haciendo todo lo médica y humanamente posible para mejorar la calidad de vida de la persona y familia; la discusión de nuestros parlamentarios debería centrarse en garantizar el acceso a atención paliativa de todos los chilenos, independiente de la edad o de la enfermedad, antes de discutir sobre la despenalización del suicidio asistido, lo cual es inadmisible para la deontología médica y de enfermería.
Irene Muñoz Pino, académica de Enfermería Oncológica, Universidad Andrés Bello