El reciente acuerdo sobre los escaños reservados para los pueblos originarios en la Convención Constitucional, es un logro democrático destacado transversalmente.

Al margen de ese hecho político en sí mismo (y de la polémica que también ha generado), este paso ofrece la oportunidad a toda la comunidad nacional de conocer más sobre los nueve grupos reconocidos por la Ley Indígena 19.253 (1993) que componen el país y cuya presencia como convencionales estará dada por su porcentaje de población registrado en el Censo de 2017, el cual se calcula a partir de la cantidad de censados que se autodefine como miembro de una etnia.

Según ese estudio (ine.cl) un total de 2.185.792 chilenos se identifican como parte de un pueblo originario, 12,8% de la población. De ellos, la mayoría corresponde al pueblo Mapuche (1.745.147 personas, el 79,8%), al cual corresponderán siete de los 17 puestos garantizados en la Convención.

Los mapuche marcan presencia en la Región Metropolitana, con 615 mil personas; en La Araucanía, 314 mil; Los Lagos, con 220 mil; Bío Bío, con 178 mil y Los Ríos, con 96 mil, un 25,6% del total de habitantes locales. El segundo pueblo con más escaños convencionales (2) será el Aymara (156.754 personas), que se concentra en Arica y Parinacota-Tarapacá. Los otros siete, tendrán un lugar cada uno: Diaguita (88.474 personas); Quechua (33.868 personas), Atacameño (30.369 personas), Colla (20.744), Rapa Nui (9.399 personas), Kawéskar (3.448 personas) y Yagán (1.600).

De acuerdo a datos del Ministerio de las Culturas, en el país hay 5.765 agrupaciones organizadas que reúnen a parte de esta población. Desde esos espacios debiera generarse la nominación de posibles candidatos constituyentes, quienes necesitan contar con patrocinio para inscribirse (senado.cl).

Es de esperar que ellos tengan un rol activo en este proceso, que se da por primera vez en la historia de Chile.

Las condiciones territoriales de base (infraestructura es solo una de ellas) y el talento humano regional (concepto alternativo al de Capital Humano) tendrán -sin duda- una gran incidencia en los procesos de desarrollo humano que se iniciarán en Chile este 2021. La Región de Los Lagos provee al país una diversidad de bienes de alto valor, culturales, ambientales y económicos que tendrán un rol preponderante en el desarrollo integral del territorio. Las provincias de Chiloé, Palena, Llanquihue y Osorno verán transformaciones significativas en el decenio que inicia con la debacle de los efectos del covid-19 en este 2020 y las repercusiones del 18 de octubre de 2019.

En respuesta a ese escenario, y preparando a la generación de líderes que asumirán las riendas a futuro, la Universidad de Los Lagos articula una batería de programas de postgrado, que apoyarán al territorio en este nuevo proceso de desarrollo considerando, desde la partida a, pueblos originarios, paridad de género, sustentabilidad ambiental, responsabilidad socio-empresarial y modelos de gobernanza participativa.

En torno a ello, acaba de aprobar el nuevo Magister de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales, con líneas en Gobernanza y Políticas Públicas y Economía y Medioambiente, que será ofertado en Osorno. Para ofertar en Puerto Montt, también se aprobó el Magister de Gobierno y Gestión de Políticas Públicas, con líneas de Gobierno, Políticas Públicas y Gestión Pública. Además se cuenta con programas de Magister en Ciencias Humanas, Ciencias (Recursos Naturales), Educación Matemática. Próximamente, se proyecta un Magister en Humanidades y Artes. A éstos les acompañan tres Doctorados: Ciencias Sociales, Ciencias y Educación Matemática.

Tenemos la oportunidad de forjar el futuro de nuestros territorios con el sello local, culturalmente pertinente, fortaleciendo la productividad sustentable, proveyendo a jóvenes con una educación de alta calidad, con estándares internacionales, pero con identidad propia. Espero podamos saber aprovechar la instancia.

James Park Key, Ph. D director Ceder, ULagos