Correo
Transformación digital
La actual situación de pandemia, provocada por el brote de covid-19 también ha generado algunos efectos positivos como, por ejemplo, la aceleración exponencial de la transformación digital en la salud.
Antes de la pandemia, uno de los grandes avances se relacionaba con la incorporación de la ficha clínica electrónica, en la mayor parte de los prestadores de atención ambulatoria y hospitalización, quedando aún el desafío de la integración de la información entre las diversas instituciones para consolidar toda la información de los pacientes y así mejorar la calidad de la atención y evitar la duplicación de prestaciones, especialmente exámenes.
Actualmente se ha evidenciado un aumento explosivo de la telemedicina, particularmente el uso de las videoconsultas. La necesidad de limitar la interacción, para restringir los contagios, y el establecimiento de cuarentenas, hizo imperativo encontrar formas de continuar con las atenciones vía remota. Pese a que ésta no reemplaza a la atención presencial en todos los casos, llegó para quedarse, debido a los beneficios que ofrece.
Por ello, resulta clave avanzar en generar las condiciones regulatorias y administrativas que faciliten la telemedicina. Por ejemplo, Fonasa ya está avanzando en codificar ese tipo de prestaciones.
Esto, sumado a un aumento de la conectividad a internet y el fomento de la alfabetización digital, contribuirá a mejorar el acceso y la calidad de la atención que reciben las personas en nuestro sistema de salud.
Verónica Fuentes, académica Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información, U. de Chile
Estrategia de autoridades
Considerando la alta circulación comunitaria que tiene el covid-19 en el mundo, es una buena estrategia mirar lo que ha sucedido y está sucediendo en otros países y pensar en base a esos escenarios posibles las estrategias sanitarias para enfrentar la pandemia.
Todos los escenarios propuestos por expertos y Minsal tienen proyecciones matemáticas catastróficas. ¿Cómo podemos disminuir estos números? Es necesario e importante mantener el énfasis en las conductas de autocuidado como ciudadanos (uso de mascarilla, distanciamiento físico, lavado frecuente de manos, etcétera), pero también las autoridades deben potenciar la comunicación de riesgos, más que centrarse en medidas hospitalocéntricas como aumentar las camas UCIS.
Las autoridades deben potenciar el mensaje hacia la ciudadanía. No equivoquemos el camino, ya que esto no ha pasado, esta pandemia no ha terminado. No es momento de relajarse en las medidas adoptadas ni en el autocuidado.
No hemos logrado controlar la pandemia que en nuestro país, desde agosto, nos mantiene entre mil y mil quinientos casos diarios, sumado a casi 50 fallecidos diarios, 50 familias que diariamente pierden a un ser querido solo en materia del virus.
María Jesús Hald Epidemióloga Instituto Salud Pública U. Andrés Bello
Evolución de la energía
Durante muchos años se ha asegurado que sin carbón ni otras fuentes energéticas tradicionales, incluso la nuclear, no hay futuro, y que tampoco habría equilibrio, puesto que el consumo de electricidad continuaría creciendo.
Sin embargo, el 2019 vimos cómo el consumo de electricidad en países desarrollados cayó, en medio del crecimiento económico, como por ejemplo República Checa, cuyo PIB creció hasta un 2,4%, o incluso América del Norte, que experimentó una caída del 2% en el consumo de electricidad.
Estudios recientes -como Bloomberg NEF- confirman que el mercado puede caminar hacia el ahorro y mayor eficacia en energía, pero al mismo tiempo más limpia.
La energía fotovoltaica generó el 45% de las nuevas capacidades energéticas en todo el mundo, lo que superó claramente a los combustibles fósiles con su participación energética global del 25%. Por otra parte, la energía nuclear representó una muy pequeña cantidad de ganancia el año pasado.
Y este no es el único mito que se derrumba en torno a la oposición a la energía verde. En la práctica ha quedado demostrado que las fuentes limpias no son un lujo que solamente pueden permitirse las grandes potencias del mundo. Las plantas de energía eólica y solar son las construidas con mayor frecuencia en países como Chile, Colombia, México o Turquía, prevaleciendo incluso sobre las fuentes tradicionales desde el año 2016.
Zdenek Sobotka