Correo
Asesinato del cabo Naín
Ante el cobarde asesinato del cabo segundo Eugenio Sebastián Naín Huenumil ocurrido recientemente, manifestamos nuestros más profundo repudio por tan miserable atentado. No queremos escuchar nuevamente que se va a aplicar todo el rigor de la ley y habrá una nueva querella contra quienes resulten responsables. Exigimos que en este país se aplique la ley, que ante la gravedad de los hechos ocurridos donde se han quemado vivos a seres humanos y se atenta diariamente contra Carabineros y toda la población, se tomen las medidas que corresponden.
Se atribuyen estos delitos a organizaciones terroristas y el Estado tiene el deber y la obligación de actuar. Debe identificar, detener, encarcelar a estos delincuentes y aquellos extranjeros deben ser expulsados. No puede ser posible que estos terroristas tengan la desfachatez de decir que ha caído un soldado enemigo, es decir, reconocen que estamos en guerra. Mientras tanto, el gobierno sigue sin reaccionar ante la mirada atónita de todo Chile. Se ha perdido el estado de derecho mientras el presidente hace un llamado a deponer la violencia, demuestra con esto una ingenuidad que frente a estos hechos adquiere ribetes de ternura.
¿Hasta cuándo vamos a soportar tanta barbarie?. Si elegimos un gobierno para que nos proteja, le exigimos que actúe y sea capaz de cumplir con este cometido defendiendo a la población y otorgándole la autoridad que se le ha arrebatado a Carabineros de Chile. Queremos orden y paz para hacer de Chile una gran nación donde no caben los delincuentes mal nacidos. Queremos forjar un país para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Queremos un Chile grande, queremos sentir orgullo de nuestra patria. Para esto se requiere orden y respeto que en los tiempos actuales han desaparecido.
Círculo de Amigos de Carabineros de Chile de San Pablo
Tercer retiro del 10%
Nada debe sorprendernos de nuestra clase política, ni tampoco si en los próximos meses estamos discutiendo un tercer retiro del 10% de los fondos previsionales, pero no deja de llamar la atención el simplismo, la poca preparación en temas técnicos y la nula visión de largo plazo en materia previsional, lo cual fue muy bien resumido por el economista y reconocido experto previsional David Bravo, quien señaló que "El congreso pasó a ser parte del problema en el caso de las pensiones".
Aún estamos a tiempo enmendar el rumbo, al menos en medidas paliativas para que exista una mayor responsabilidad de quienes se acojan a un segundo retiro de fondos previsionales, y ellas son retrasar la edad legal de pensión y el ingreso al pilar solidario en un año, y así sucesivamente para futuros retiros previsionales.
Adicional a lo anterior, el aumento de cotización extra debe ir íntegramente a las cuentas de los trabajadores, para así reponer y compensar el dinero usado.
Eduardo Jerez Sanhueza
Ni un peso para cultura
No me gusta la palabra colocar. Siento que transpira autoritarismo: es ubicar a alguien en su lugar, donde le corresponde. Es delimitar, cercar espacios, excluir. Es definir que hay ciertas cosas (y personas) que valen, y otras que, por su posición, no tienen valor.
Que una ministra de Cultura diga que colocar un peso en cultura es desviarlo de otros fines, significa que cree que la plata no corresponde en cultura, es decir, que el lugar de la plata está fuera de la cultura, o que la cultura, por su ubicación, debería estar excluida del circuito de la plata.
No creo que se pueda estar más equivocado: la democracia liberal (y el mercado, que es casi lo mismo) ha creado espacios fundamentales para la expansión del pensamiento y las artes, lugares que otros sistemas políticos, por el control que ejercen sobre la libertades individuales, no son capaces de crear.
La relación entre los artistas y la industria audiovisual, musical, de diseño de productos, arquitectura, moda y tantas otras está tan establecida que es una vergüenza que alguien del nivel de la ministra no la reconozca. Da la impresión que la ministra cree que la única libertad creativa financiable es la de emprender. Esa visión se podría comprender desde Hacienda, obligada a cuidar el presupuesto de la nación -aunque por la trayectoria del ministro Briones, es difícil que la comparta-, pero no de quien se supone debe proteger el mundo cultural.
Chile es un país donde los trabajadores de la cultura viven en una precariedad constante y por décadas ha sido así. ¿Qué peso tienen, entonces, la ministra y su ministerio?
Fernando Cruz Sociólogo y escritor