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Dirigentes denuncian la falta de coordinación para el control de casos covid-19 en campamento

PANDEMIA. Dirigentes vecinales denunciaron escasa vigilancia de positivos y que existe una respuesta tardía al momento de solicitar apoyo a los organismos de Salud. Autoridad Sanitaria reconoce la presencia de contagios, pero descartó el incumplimiento de confinamiento obligatorio. Hoy parte toma masiva de PCR.
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Verónica Salgado

Las más de 400 familias del campamento ubicado al final de Avenida Real, en el sector de Rahue Alto, tienen temor de contagiarse con covid-19. A raíz de ello se han organizado por cuenta propia para afrontar la pandemia en medio de las condiciones de hacinamiento, carencias sanitarias y económicas que viven para evitar la propagación del virus entre los pobladores, que ya los primeros días de septiembre enfrentaron un brote producto de un velorio realizado en una sede social ubicada al interior del asentamiento irregular formado hace más de 20 años.

En medio de la segunda cuarentena implementada en la comuna durante la crisis sanitaria, los dirigentes del macro campamento denuncian falta de coordinación entre los organismos de Salud así como entre las autoridades para realizar seguimiento y control de las personas confirmadas como positivas, lo que favorece que no se cumplan las medidas de confinamiento requeridas y con ello -aseguran- se pone en riesgo la salud del resto de los pobladores del lugar.

La denuncia y preocupación de los dirigentes del asentamiento ya la habían manifestado cuando se detectó un brote de covid-19 los primeros días de septiembre. Según manifestaron, sólo tras conocerse públicamente la situación sanitaria que se gestaba al interior del asentamiento se realizaron tomas masivas de PCR, así como la intervención de las familias afectadas pese que habían estado días intentando comunicarse sin éxito con distintos organismos públicos.

En la comuna son seis campamentos con 594 familias (1.235) personas las registradas en el catastro del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), actualizado el primer semestre del año pasado; a ello se suman 487 familias que viven en alguna de las siete tomas de terrenos irregulares realizadas durante el estallido social de octubre del 2019. A nivel regional son 43 los campamentos con 2090 familias (4.308 personas), mientras que a nivel nacional hay 802 campamentos con más de 47 mil familias según datos aportados por el Minvu, municipios y otras instituciones sociales.

Compleja coordinación

El primer foco generado en el macro campamento fue contenido con un trabajo coordinado entre dirigentes, profesionales de la Salud Primaria, Servicio de Salud y Autoridad Sanitaria, lo que según explicaron los dirigentes no se mantuvo en tiempo; de paso, ello evidencia la falta de preocupación y conocimiento de la realidad de los asentamientos y sus familias, dijeron.

Rubén Licán, presidente del campamento El Esfuerzo (parte del macro campamento), explicó que no hay una coordinación entre los distintos organismos de Salud ni con los dirigentes, lo que deja expuestas a las familias a eventuales contagios.

"Acá tenemos entre 6 y 8 personas confirmadas, pero los dirigentes no tenemos posibilidades de obligarlas a permanecer confinadas en sus viviendas. Cuando llamamos para avisar que las personas están circulando por el campamento, nos dan puras respuestas poco claras y se tiran la pelota unos con otros", manifestó Licán.

Agregó que la realidad de la pandemia en los asentamientos es muy diferente al resto de la ciudad, ya que las condiciones de salubridad no son las óptimas partiendo que muchas mediaguas no cuentan con baño en su interior y son letrinas compartidas con pozo negro. Si bien cuentan con agua potable, igual existen falencias en su distribución, a lo que se suma el hacinamiento por el reducido tamaño de las moradas y en muchos casos el gran número de personas que viven en ellas.