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PCR, serológicos o de antígenos: ventajas y diferencias de los test

Incorporados en el diccionario popular de la pandemia, este tipo de exámenes tienen finalidades distintas y sirven para detectar o descartar las consecuencias del coronavirus en individuos o grupos de personas.
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Imprescindibles para identificar a los contagiados y para conocer el estado inmunológico de un individuo, e incluso de una población, los principales tipos de test son ya parte del diccionario que se ha popularizado a causa de la pandemia, pero no todos sirven para lo mismo.

A los ya populares PCR y "serológicos" se han sumado ahora los test "de antígenos" que se están abriendo camino como una de las pruebas diagnósticas más útiles y eficaces para hacer análisis a gran escala en grandes núcleos de población, de forma rápida y más barata.

Cada uno aporta información diferente y son más o menos precisos según el estado en el que se encuentra la enfermedad provocada por el SARS-Cov-2, según indica a Efe el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Son, según esas fuentes, imprescindibles para identificar a los infectados y tratarlos de una forma adecuada; para decidir su aislamiento y reducir la propagación del virus; para identificar a las personas que han estado expuestas al virus; para conocer el estado inmunológico de una persona; y finalmente para orientar las decisiones de las autoridades.

Previsiblemente, ninguno de los tres tipos principales de test existentes en la actualidad desplazará a otro, ya que cada uno de ellos aporta información diferente y útil y están dirigidos inicialmente a diferentes grupos de población o profesionales.

Tanto los PCR como los de antígenos se denominan test "víricos", ya que detectan el material genético del SARS-CoV-2 en el momento de la infección, mientras que los serológicos detectan la respuesta del cuerpo humano ante esa infección y los anticuerpos que el sistema inmunológico del paciente ha sido capaz de producir.

Los pcr

Los ya populares PCR (del ingles Polymerase Chain Reaction-Reacción en Cadena de la Pilomerasa) detectan la presencia de una infección activa en el momento de realizarse la prueba y el resultado se conoce generalmente entre 24 y 48 horas después de tomar la muestra, aunque en algunos lugares se están ya recortando esos tiempos hasta una hora.

Estos test (una muestra que se toma con un largo bastoncillo y algodón introducido por una de las fosas nasales) están dirigidos a personas con síntomas compatibles con la Covid; asintomáticos con sospecha de exposición al virus; o a profesionales de centros sanitarios, residencias de mayores o entornos laborales para favorecer una identificación temprana del virus.

Los PCR, que utilizan tecnologías muy diferentes según las empresas que los comercializan, permiten detectar el virus en las etapas tempranas y tienen una sensibilidad muy elevada cuando el paciente está sufriendo la infección, pero tienen que realizarse por personal muy especializado y no revelan si los pacientes han generado anticuerpos contra el virus.

Test de antígenos

Los test "de antígenos" que se están abriendo ahora camino y popularizando, son mucho más sencillos de realizar y utilizan tecnologías más rápidas que permiten obtener resultados, en algunos casos, en apenas 15 minutos, según las mismas fuentes del CSIC consultadas por EFE, que han señalado además su utilidad para hacer rastreos masivos.

Este tipo de pruebas, que detectan también la presencia del virus en el momento de realizarse la prueba, tiene además un coste muy inferior a las PCR, y aunque debe ser también realizada por personal sanitario no necesita laboratorio ni una instrumentación especial, ya que la muestra se extrae también con un bastoncillo al que se añaden unas gotas de reactivo (similar al test de embarazo) y el resultado aparece en muy pocos minutos.

Muchos investigadores han apuntado ya utilidad que este tipo de test, más baratos y sencillos, para detectar la infección en los estadios más tempranos de la enfermedad -cuando la carga viral es más alta- y los beneficios que pueden tener en los servicios de atención primaria al obtener resultados casi inmediatos, o para monitorear de una manera prácticamente continua al personal sanitario, las residencias de ancianos o los colegios.

El test serológico

Las pruebas serológicas (a partir de un sencillo análisis de sangre) determinan si un paciente ha estado expuesto al virus y si ha generado anticuerpos que le pueden proteger contra una nueva infección, aunque de momento las evidencias científicas no han corroborado cuánto tiempo puede durar esa protección.

No proporcionan sin embargo información sobre si el paciente está sufriendo en el momento de la prueba una infección y si es por lo tanto contagioso, por lo que este tipo de test están recomendados para hacer estudios de vigilancia a nivel local, regional o nacional, para identificar a los individuos que ya han tenido contacto con el virus y como respaldo del diagnóstico que se realiza con los PCR o los test de antígenos.

Las principales agencias internacionales de salud han recomendado, según las mismas fuentes del CSIC, que los test serológicos se dirijan a pacientes que ya han sido diagnosticados con las PCR para respaldar así la evaluación clínica, a colectivos amplios que participan en estudios epidemiológicos y a individuos asintomáticos de colectivos amplios (empresa, residencias, universidades) para realizar estudios.

test rápido de antígenos (vírico) en españa.

Rastros de vida en Venus: surge hipótesis basada en el vulcanismo

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La presencia de gas fosfano en la atmósfera de Venus, que en la Tierra se relaciona con procesos biológicos, podría tener otras explicaciones que la posible presencia de vida, en concreto la existencia de un episodio de vulcanismo, según la hipótesis de un grupo de la Universidad de Cornell (EE.UU.).

El estudio fue publicado en el repositorio de artículos científicos Arvix, lo que supone que aún no ha pasado la revisión de otros expertos para ser publicado en una revista de ciencias.

El grupo propone en su investigación la existencia en Venus de un mecanismo geológico abiótico -no relacionado con la vida- para explicar la abundancia de fosfano detectado en las nubes altas de ese planeta.

Esta hipótesis requiere que Venus "esté experimentando en la actualidad una alta tasa de vulcanismo basáltico", lo que consideran consistente con observaciones de naves espaciales y experimentos de laboratorio.

El artículo propone así una explicación alternativa a la investigación publicada en la revista Nature Astrology por un equipo de la Universidad de Cardiff, que señalaba que la presencia de ese gas podía indicar que el planeta tiene el potencial de albergar o haber albergado vida.

Los expertos de Cornell tienen la hipótesis de que trazas de fosfuros formados en el manto de Venus "serían llevadas a la superficie por el vulcanismo, y posteriormente expulsadas a la atmósfera, donde podrían reaccionar con agua o ácido sulfúrico para formar fosfano".

El vulcanismo activo podría producir, según el equipo, "una tasa comparable a la requerida para producir la fuente de fosfato del fosfano".

En la Tierra, uno de los procesos conocidos para la producción de gas fosfina es por la corrosión acuosa o ácida a partir de impurezas que contienen fósforo en el hierro, agrega el texto.

Investigaciones anteriores señalaron que "la corrosión acuosa produjo una cantidad significativa de gas fosfina comparable a la cantidad detectada en los entornos naturales terrestres, mientras que la corrosión por ácido sulfúrico podría producir una cantidad de gas fosfano tres órdenes de magnitud superiores a la corrosión acuosa".

La hipótesis de que la vida esté produciendo fosfano en las nubes altas de Venus "requiere tanto la extraordinaria afirmación de que la vida existe en las nubes como un mecanismo para mantener su viabilidad", agrega el estudio.

La nueva hipótesis, en cambio, "requiere que Venus esté experimentando actualmente una alta tasa de vulcanismo basáltico, que sea consistente con las observaciones de las naves espaciales y los experimentos".

Para los autores, la presencia de fosfano "apunta a un Venus geológicamente activo hoy en día, una conclusión quizás decepcionante para los biólogos, pero seguramente intrigante para los científicos planetarios".

ilustración de las partículas del gas descubierto en venus.