Correo
Nueva Constitución
El ex presidente Ricardo Lagos, en 2005, realizó una de las reformas más importantes a la Constitución de 1980, razón por la cual el documento actual lleva su firma, en reemplazo de aquella promulgada en 1980.
La promulgación de la Constitución que nos rige se hizo de forma solemne en La Moneda. En aquella oportunidad el Presidente Ricardo Lagos señaló: "Chile cuenta desde ahora con una Constitución que ya no nos divide, sino que es un piso institucional compartido, desde el cual podemos continuar avanzando por el camino del perfeccionamiento de nuestra democracia. Nuestra Constitución no es más un dique para la vida nacional, la que puede fluir ahora como un río por este cauce institucional."
Ahora bien, el 25 de octubre de 2020 los chilenos votaremos si seguimos o no con la Constitución que nos rige actualmente y que lleva la firma del ex Presidente Ricardo Lagos Escobar.
Mauricio Pilleux Dresdner
Seguridad en la ruta
Una de las actitudes a las que nos hemos visto obligados a aprender por causa de la pandemia es la de sacrificar algunas libertades individuales en pro del bien común. El uso obligado de mascarilla, mantener la distancia de seguridad, usar desinfectantes al entrar a un lugar, sacar permisos o quedarnos encerrados, permitir que un desconocido nos tome la temperatura, entre otras, son parte del día a día de todos y las hemos aceptado porque entendemos que proteger a los que están más en riesgo merece cierto sacrificio, incomodidad y pérdida de libertad.
Lamentablemente existen casos en que, por no aceptar una supuesta violación a la privacidad, grupos reducidos de personas exponen, todos los días, a un número inmenso de hombres, mujeres y niños que no tendrían porque aceptar esa condición de peligro, arriesgando su salud y su vida, muchas veces con la aceptación o vista gorda de las autoridades.
Ese riesgo es el que vivimos cada uno de nosotros y nuestras familias al utilizar la vía pública, sean calles, caminos, carreteras, veredas, estacionamientos, paraderos y otros, a causa de grupos minoritarios.
"Quien nada hace, nada teme ", dice el refrán. Pero en estos casos, esa bandera de "protección de la privacidad" se parece mucho a un subterfugio legal, como si estuviéramos hablando de la misma categoría de, por ejemplo, un vendedor al que le colocan una cámara para, muchas veces, realmente vigilarlo.
La tremenda diferencia es que, si ese vendedor actúa con irresponsabilidad o abusa de la confianza, los únicos que se verán perjudicados serán los dueños por las menores ventas o posibles robos y el vendedor mismo por las menores comisiones o porque lo descubran. Por el contrario, si un conductor actúa irresponsablemente esa acción puede terminar con el mismo conductor, su pasajero, un peatón u otro automovilista herido o muerto. Además de una cadena insospechada de daños materiales, morales y emocionales que afectan a la sociedad en su conjunto.
Todos tenemos derecho a viajar y movernos por la vía pública seguros y tranquilos, despreocupados de sufrir un choque o un atropello por alguien que utiliza como excusa, para no usar elementos de seguridad y prevención, estar protegiendo su "derecho a la privacidad".
En estos tiempos, una persona que, por el motivo que sea, se rehusa a utilizar mascarilla en un lugar público o a mantener la distancia segura, será rechazado por el resto de sus pares y amonestado por la autoridad por poner en riesgo a todos e ir en contra del bien común.
Rodrigo Serano
Uso de antiácidos
¿Son riesgosos? ¿Son efectivos? ¿Los chilenos consumen altas dosis? Son algunas de las preguntas claves sobre los antiácidos, especialmente en celebraciones.
Los antiácidos son medicamentos que se utilizan para neutralizar el ácido que produce el estómago de manera natural para procesar los alimentos. Esto puede provocarse por el consumo de alimentos (irritantes o en exceso), alcohol o por algunas enfermedades.
Sin embargo, tal y como dice el nombre es un antiácido y, por consiguiente, no se hace cargo de las razones por las cuales nos da la acidez, lo que puede implicar que si los utilizamos de mala manera puede encubrir (enmascarar) algún problema sanitario, como podría llegar a ser un cáncer de estómago, el cual es prevalente en nuestro país.
No obstante, esto no implica que los antiácidos no deban ser utilizados. Se trata de evitar la lógica de lo instantáneo (querer que algo se produzca de manera inmediata), y por ende informarse antes de utilizarlos.
Si tenemos dudas sobre nuestra medicación siempre podemos acudir a la farmacia como centro de salud o consultar al químico farmacéutico.
Jorge Cienfuegos, académico de la Escuela Química y Farmacia, U. Andrés Bello