La pandemia nos quitó los festejos, pero no la decoración luminosa
E ste año quedará marcado en la historia del país como el "de la pandemia", donde nuestra vida diaria ha sido trastocada a causa del covid-19. Y los festejos del "18" fueron parte de los cambios, con la suspensión de cualquier evento o celebración masiva. Pero en Osorno no pudo con los tradicionales adornos luminosos que instala el municipio en el centro de la ciudad. La plaza, calles céntricas y puentes lucen hermosas banderas chilenas, botas de huaso, copihues, entre otros elementos luminosos, que dan el aire patrio a la fecha. Es agradable pasear por la plaza y alrededores y encontrarse con estos arreglos. Son el deleite de todos, en especial de los niños, que disfrutan con la imagen de fantasía que proyectan. Para algunos, claro, son elementos superfluos que nada aportan, pero lo cierto es que la ciudad, en especial el centro, necesitan de estos "cariñitos" después de tanta destrucción, robo y caos que trajo consigo el llamado "estallido social". Y de la crisis que ha generado la pandemia en miles de familias osorninas.