El 18,4% de las denuncias por maltrato físico y psicológico recibidas en el primer semestre del presente año, correspondieron a ciberacoso escolar, esto es, molestar en forma persistente a compañeros en clases online, u hostigarlos a través de redes sociales como WhatsApp e Instagram, un problema que afecta más a las mujeres que a los hombres, apuntó la Superintendencia de Educación.

Debido a la pandemia de covid-19, los establecimientos educacionales han realizado sus actividades académicas a través de teleclases y, por lo mismo, el acoso presencial entre estudiantes parece haberse incrementado en las redes sociales.

El ciberbullying o ciberacoso muestra un alza persistente en los últimos años, ya que da cuenta de los conflictos de relaciones entre los estudiantes, que al no ser resueltos por el colegio, se trasladan a los espacios virtuales. Una encuesta de tipo nacional realizada el año pasado por la Fundación para la Convivencia Escolar y la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, arrojó que un 24% ha visto cómo otros han sufrido bullying en la forma de mensajes crueles e hirientes o fotografías ofensivas por medio de internet o redes sociales.

La Superintendencia de Educación dispuso que los sostenedores de los colegios incluyan este tema en sus protocolos, actualizando sus manuales de convivencia, con el fin de que la comunidad escolar tenga claro cómo enfrentarán situaciones de hostigamiento a través de las redes. Asimismo, la página de ese organismo recoge las denuncias que pueden realizar los padres y el seguimiento que se debe hacer de los respectivos casos, con el fin de que haya soluciones.

Es obvio que la intimidación sicológica y hostigamiento provoca daños insospechados en los niños, junto con vulnerar sus derechos como personas.

Ante esta realidad y la crueldad con que actúan algunos menores en contra de compañeros, es necesario guiar a los escolares en el buen uso de las tecnologías. Si bien casi todas las familias tienen acceso a estos adelantos, es necesario instruirlos sobre sus beneficios cuando son bien utilizados y también los perjuicios que provoca su mal uso.

Seguramente en redes sociales o en muchas ciudades de nuestro país, vimos un mensaje que nos entrega un profundo clamor que la gran mayoría de los chilenos desea para nuestra patria. No más violencia.

La madrugada del 15 de noviembre de 2019, y después de un "Estallido Social" muy violento, la mayor parte de la clase política parece haber decidido atender sus propios intereses y no los de la población, ejercicio que realizan para concretar una supuesta representación popular. Resultaba en ese entonces que era más fácil sostener que la Constitución era la culpable de todo, que responder por treinta años en que había estado gobernando para ella misma y a la clase política la misma que se golpeaba en el pecho por no generar cambios significativos.

De dicha reunión se establece que un plebiscito solucionará nuestros problemas como sociedad. Este acuerdo es violento en su esencia?, irresponsable e inmoral?. Por cierto que es ilegítimo desde su origen, porque surge de la violencia generalizada y delictual iniciada en octubre de 2019, que alcanzó un punto álgido en noviembre del mismo año.

De la violencia en la Araucanía de la cual hemos sido testigos, ni que decir, la respuesta con la generación de movilizaciones gremiales nacionales, que claman para que un sector del transporte trabaje en paz.

Son esos casos en que el Estado debe hacerse cargo, como los distintos poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Ciertamente muchos de nuestros políticos y parlamentarios miraron hacia el lado y no quisieron enfrentar el problema de fondo y levantar la mano para proceder a legislar todos los proyectos anti delincuencia que están esperando para su discusión, tramitación y promulgación posterior, sino que se dedicaron a buscar responsabilidades políticas con autoridades de gobierno por no aplicar un estado de derecho por esta "abusiva" movilización, la cual no se pidió para el horrible octubre de 2019, y que según periodistas desabasteció y puso en jaque la estabilidad de nuestro país.

Sólo queremos vivir en paz, en familia, con políticos serios, que trabajen para la ciudadanía y el país en general. Y por eso, escúchanos Señor te Rogamos.

Carlos Bustos presidente Multigremial