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Día del Reservista
El 5 de septiembre se conmemora un día muy importante para miles de civiles que compatibilizan su vida laboral con la de vestir el uniforme de combate varios días durante el año, ya sea fines de semana o días en campañas: el Día del Reservista de las FFAA.
Este año para algunos de ellos será muy especial, ya que todo lo que un reservista espera es alguna oportunidad en su vida de participar de una labor operativa para prestar su apoyo incondicional a la nación y bajo el contexto del Estado de Excepción Constitucional que se desarrolla, la oportunidad se concretó. Centenares de reservistas de las diferentes Fuerzas Armadas fueron convocados, citados y organizados para integrar unidades en diferentes áreas, algunos realizando simples tareas hasta incluso prestar servicios con su profesión u oficio.
El reservista reúne condiciones únicas en nuestros tiempos, como un intenso amor a la Patria y a su comunidad, una capacitación constante en diferentes habilidades. Además, en ellos se reconoce el mérito de continuar el nexo con la institución donde generalmente realizaron su servicio militar o la escuela matriz a la que pertenecieron. De forma voluntaria mantienen el vínculo sacrificando horas de descanso y vida familiar para entregarlas a un bien superior: el servicio irrestricto a nuestro país.
Gonzalo Valdés Lufi
Antijaquecosos
La migraña es una enfermedad frecuente y debilitante que afecta entre el 10 y 15 % de la población. La Organización de Mundial de la Salud la clasificó como uno de los 20 trastornos más invalidantes de por vida. Sus causas no están claras, pero se sabe qué factores genéticos y ambientales juegan un papel importante.
Existen diversos factores desencadenantes o intensificadores de las crisis migrañosas. Algunos de ellos son cambios hormonales en las mujeres (población en que las frecuencias de crisis son mayores que en los hombres); bebidas alcohólicas (especialmente el vino) y bebidas con demasiada cafeína; estrés y estímulos sensoriales como luces brillantes, resplandor del sol, sonidos y olores fuertes; cambios en el sueño como falta de sueño o dormir demasiado; esfuerzo físico intenso; cambios bruscos de temperatura; medicamentos vasodilatadores y anticonceptivos hormonales; alimentos como quesos maduros al igual que alimentos salados o procesados, entre otros.
Dependiendo de las características de la crisis jaquecosa, se ha visto que para las crisis agudas se pueden utilizar fármacos de la familia de los AINEs junto con paracetamol.
Se recomienda no utilizar fármacos opioides de cualquier tipo, incluso fármacos opioides débiles como el tramadol, comúnmente usado para dolores de otra etiología más intensos. Esta recomendación se basa en la gran cantidad de efectos adversos que estos fármacos.
Los antijaquecosos, como todos los medicamentos, tienen efectos adversos, y en el caso de los antijaquecosos como la ergotamina o los triptanes, uno de los principales es la vasoconstricción generalizada pudiendo producir aumento de la presión arterial, síndrome vasoespástico e incluso se ha visto en algunos pacientes manifestación de vómitos.
Liliana Peredo, académica Escuela Química y Farmacia, U. Andrés Bello
Empatía en Chile
¿Cómo puede un país como Chile, abierto y exportador, hacer frente a la innegable crisis económica y, al mismo tiempo, resolver las demandas de la ciudadanía que quedaron pendientes? Sin duda, con empatía. Es tiempo de mirar al que está al lado y ponerse en sus zapatos. Hoy, las empresas tenemos un doble desafío: uno es el de levantar la economía y otro, no menos importante, es el de convertirnos en una mano amiga para la comunidad.
Ahora, más que nunca, es necesario mancomunar esfuerzos para apoyar a las comunidades, haciéndonos parte de sus carencias, sus logros y metas, mostrándoles que nuestro compromiso va mucho más allá de la responsabilidad social empresarial. Hoy, el camino es el valor compartido. Con ese norte, podremos convertirnos realmente en una parte integrante de la comunidad.
Cuando el camino se pone cuesta arriba, como ha sucedido en este contexto de pandemia, el carro se hace menos pesado si entre todos lo empujamos: empresas, trabajadores, agentes públicos y comunidad.
Uniendo fuerzas no sólo seremos mejores personas, también crearemos mayor valor compartido, consecuencia natural de la colaboración y la cooperación.
Aunque, ninguna crisis se sortea fácil, trabajar en la confianza y la construcción de relaciones de largo plazo hace más fácil enfrentarla.
Asimismo, promover la colaboración y la convergencia hacia objetivos comunes contribuye al desarrollo económico y la empleabilidad del territorio, pero también aporta a la identidad y la calidad de vida de todos los ciudadanos.
Úrsula Weber