Vecinos rechazan recambio de calefactores y cuestionan el PDA por la crisis del pellet
OSORNO. Dirigentes sociales y usuarios culpan a las autoridades de inducir a usar equipos que no requieren leña, pero no garantizan los insumos energéticos, lo que da cuenta del mal diseño del plan para descontaminar. El desabastecimiento del pellet gatilló una alza y escasez de leña y parafina para calefaccionar.
Rabia, frustración e impotencia son las palabras que mejor reflejan las emociones que han enfrentado cientos de osorninos durante las últimas semanas, a causa de la escasez de pellet que se registra en la comuna y lo que ha provocado largas filas en aquellos puntos de venta donde llega algún stock del insumo energético que en un par de horas se agota, dejando a decenas de familias sin calefacción en sus hogares.
Dirigentes sociales y vecinos responsabilizan a las autoridades que desde 2016 insisten en la aplicación del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) en Osorno, el que ha causado un perjuicio sicológico y de salud a cientos de personas que han pasado frío y angustias -según relatan- a causa de una política pública mal diseñada que induce a cambiar los calefactores a leña por aquellos que utilizan otro tipo de energías, pero sin garantizar la suficiente disponibilidad de los insumos para responder adecuadamente a la demanda en la comuna.
La crisis del pellet afecta desde los primeros días de agosto a todas las ciudades del sur del país, donde la comunidad más perjudicada ha sido la que vive precisamente en aquellas zonas donde hay altos índices de contaminación del aire provocados por Material Particulado Fino MP 2.5, proveniente del uso de leña como sistema de calefacción, principalmente durante los meses de otoño e invierno. Ello ha obligado a implementar planes de descontaminación atmosférico (PDA) como es el caso de Temuco, Padre las Casas, Valdivia, Osorno, entre otras comunas.
De hecho, el gremio de productores de pellets a principios de la crisis solicitó a los consumidores restringir la compra y uso del insumo energético, con la promesa de solucionar el problema del abastecimiento ahora a fines de agosto, ya que se inyectaron al consumo nacional más de 10 toneladas de pellets que estaba destinada a exportación. Los comercializadores aplicaron las restricciones y realizaron la venta de un máximo de 4 o 5 bolsas (15 kilos cada una) por persona, lo que no fue suficiente para regular el mercado, ya que igual la gran mayoría de los usuarios compró mucho más allá de sus necesidades inmediatas, por temor a un nuevo quiebre en el stock nacional
Invierno para el olvido
Camila Acum, mientras realizaba hace unos días fila para adquirir pellets en uno de los locales de venta, explicó que la escasez del producto ha sido muy complejo, ya que no fue advertida por las autoridades, por lo que muchos no tenían resguardos para calefaccionar sus hogares.
"Nosotros cambiamos sin ningún programa del Estado los artefactos que teníamos a leña por pellets, básicamente porque fuimos papás y pensamos en contaminar menos el aire de nuestra hija, pero se transformó en una pesadilla. Hemos tenido que andar en carreras por comprar pellets y los primeros días simplemente no teníamos y ahí muertos de frío o usando electricidad", relató la joven madre.
Camilo García también manifestó su molestia mientras esperaba ingresar al local para adquirir el máximo de bolsas que le permitan, ya que también debe llevar pellet hasta el hogar de sus abuelos que están en cuarentena por la pandemia.
"O sea, este es un invierno para el olvido, porque todo lo ineficiente que puede ser el Estado quedó en evidencia. He visto en estas filas adultos mayores que a riesgo de contagiarse esperan comprar un poco de pellet, porque resulta que les dijeron que cambiarse era un beneficio para su salud y ahora están muertos de frío y expuestos a la pandemia. ¿Y quien responde?, nadie", comentó molesto el trabajador.
Durante las últimas semanas, la comunidad comenzó a manifestar su molestia a través de las redes sociales, pero también la solicitud de compra del insumo, lo que da cuenta que la escasez dio paso al mercado