Inventor de mascarilla suspende jubilación para luchar contra el covid
EFE/Universidad de Tennessee
Peter Tsai, inventor en los años 90 de las mascarillas N95, no lo dejan jubilarse. El nuevo coronavirus forzó el regreso de su retiro para buscar soluciones a la escasez de protección para los trabajadores de la salud en todo el mundo. "Prefiero vivir el resto de mis años con la certeza de haber salvado vidas que haciéndome rico", reconoce a Agencia Efe.
Tsai, un inmigrante taiwanés de 68 años, experto en Tecnología Textil y profesor, inventó en 1992 la que ha resultado ser una de las innovaciones más importantes para luchar contra la pandemia del covid-19: las mascarillas N95, que incluso ha mejorado con los años con nuevas combinaciones de fibras. "Sentí que era mi responsabilidad hacer algo por ser el inventor de esta tecnología tan demandada", indica, desde su casa en Knoxville (Tennessee), donde dice que trabaja, en ocasiones, más de 15 horas seguidas.
Laboratorio casero
El teléfono de Tsai comenzó a sonar a comienzos de año y no ha parado desde entonces. Primero llamaron de China y luego de Estados Unidos y de Europa, de acuerdo al avance de la pandemia.
El profesor jubilado decidió improvisar un laboratorio de pruebas en su casa y se puso a testar la eficiencia de diferente técnicas para esterilizar y volver a usar los respiradores, que desde un comienzo escasearon y son la última barrera entre el virus SARS-CoV-2 y el personal sanitario en los hospitales.
"Colocar la mascarilla en un calor seco de 70º Celsius durante 60 minutos permite esterilizar la mascarilla sin que pierda carga electrostática", fue una de las conclusiones de los estudios domiciliarios del profesor Tsai.
El científico publicó un análisis en el que detalla las conclusiones de sus experimentos, que han sido adaptados, replicados o llevados un paso más allá por instituciones como los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, en inglés) o grupos de científicos y voluntarios internacionales como el N95DECON, que hacen las mascarillas reutilizables y seguras para el personal sanitario.
Además, Peter Tsai ha ayudado a levantar nuevas líneas de producción de las fibras de las N95 o reconvertir otras para un nuevo propósito durante la pandemia: salvar vidas. Una de sus contribuciones ha sido trabajar con el laboratorio Oak Ridge para cambiar su sistema de producción y poder elaborar fibras para 9.000 N95 a la hora. Tsai reconoce que prácticamente no ha recibido dinero a cambio.
peter tsai y su invención.