Verónica Salgado

El uso de la leña como sistema de calefacción es prioritario en gran parte de los hogares de la comuna, donde los usuarios hacen esfuerzos económicos para adquirirla seca y así cumplir con la normativa establecida en el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) vigente en Osorno desde 2016, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y evitar la generación de emisiones de material particulado fino (MP 2.5) proveniente precisamente por el uso de leña húmeda.

Todas los esfuerzos durante la emergencia sanitaria del coronavirus se han visto alterados, ya que vecinos de los distintos barrios acusan que desde el inicio de la crisis sanitaria los precios de la leña han ido en alza, siendo actualmente excesivos. En efecto, los valores pasaron de entre $30 mil y 35 mil el metro cúbico a superar los $45 mil la misma cantidad. A ello se suma la mala calidad del producto, ya que en la mayoría de los casos está húmeda, por lo cual llaman a las autoridades a generar beneficios para ayudar a las familias vulnerables, quienes actualmente no cuentan con suficientes recursos para calefaccionar sus hogares dada la crisis social y económica a consecuencia de la pandemia.

Así lo dejan en evidencia Olga Manque, dirigenta de la Villa Cautín, ubicada en Rahue Alto, quien explicó que la preocupación por el costo de la leña es enorme en gran parte de las familias de su sector, lo que es comentado entre dirigentes de las más de 15 poblaciones emplazadas en el área.

Agregó que un metro de leña seca que a principios de año costaba hasta 35 mil pesos, ahora es imposible adquirirla por menos de $45 mil el metro cúbico, además que en la mayoría de los casos está húmeda.

"Desde que partió la pandemia hemos notado el alza, pero con la llegada del invierno el tema se disparó. La gente que no pudo comprar en marzo por la cuarentena después ya tuvo que pagar más con el mismo proveedor y ahora lo que pillan es venta por saco que dura nada. En tiempos normales es un abuso, pero en esta crisis es una vergüenza, ya que todos los hogares están con problemas económicos y no pueden costear tener leña suficiente", comentó Manque.

La dirigenta vecinal enfatizó que no existen suficientes fiscalizaciones desde los organismos competentes como la Seremi de Medio Ambiente, la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entre otros, para garantizar que la calidad de la leña que se comercializa sea la que cumpla con lo indicado en el PDA, así como para regular los precios que son arbitrariamente colocados por los comerciantes.

"La gente para qué tiene calefactores sino no puede usarlos, porque no tiene plata para comprar leña para calentar sus hogares. Este año se han adecuado muchas cosas por la pandemia, por lo que creo que lo indicado es que las autoridades suspendan el Programa de Recambio de Calefactores para transformar ese dinero en leña seca para las familias, es lo correcto y urgente. Eso debe ser este mes, no en octubre, cuando termine el frío", enfatizó Manque.

Eliana Catrilef, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Osorno, coincide que la especulación en los precios de la leña existente en la comuna durante la pandemia se ha incrementado, principalmente por la comercialización a través de internet y el confinamiento de las familias.

"En la pandemia las familias permanecen más tiempo en los hogares y la planificación mensual de gastos cambió. Quienes lograron comprar leña antes de marzo ya están necesitando nuevamente, pero el precio está a 10 mil pesos más cara y es húmeda. Para cuidarse muchos no salen de sus casas, entonces, quedan expuestos a comprar por sacos, que son cada vez más chicos y caros.

Agregó que desde inicios de la crisis se ha solicitado liberar los recursos del Programa de Recambio de Calefactores para destinarlos a apoyo en leña seca a las familias vulnerables y a todos quienes están afectados por los efectos de la pandemia en la comuna.

"Estamos en una situación muy compleja, donde diariamente los dirigentes manifiestan el sentir de sus vecinos, ya que no están pudiendo comprar leña para mantener sus hogares calentitos. Piden cuidarnos de las bajas temperaturas para no enfermar y la gente no tiene plata para comprar leña", indicó Catrilef.