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Sensei de karate lleva ardua lucha fuera del tatami contra un cáncer

ENFERMEDAD. Al maestro de artes marciales Jaime Angulo le detectaron en 2015 linfoma no hodgkin, por lo que el año pasado se sometió a un trasplante de médula.
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"El año 2015 comencé con unos dolores fuertes en la espalda y antes de una competencia me fui a realizar unos exámenes para poder combatir y salió que tenía el bazo gigante de 4 kilos 100, por lo que me tuvieron que intervenir".

De un momento a otro se le vino el mundo encima al destacado sensei de karate, Jaime Angulo Paredes (40), quien hace cinco años y previo a un torneo, se le detectó un linfoma no hodgkin o cáncer al sistema linfático, el cual comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos que forman parte del sistema inmunitario.

"Fue un momento muy complicado porque me tuvieron que intervenir y después de eso estuve en quimioterapia. Ha sido un proceso largo, porque el año pasado se me reactivó y tuve que someterme a un trasplante de médula gracias a mi hermana quien fue donante", comentó el deportista osornina.

Cuando le dieron el diagnóstico el año 2015, los médicos que lo atendieron en Osorno lo habían dado por desahuciado, por lo que acudió a Santiago para una nueva opinión y fue atendido en el Hospital de la Universidad de Chile.

"A comienzos de mayo del año pasado me hicieron el trasplante. Desde que me interné hasta que salí del hospital estuve aproximadamente dos meses. Bajé bastante de peso porque llegué a los 78 kilos cuando mi peso es de 95 aproximadamente", reconoció.

Dada su condición, el sensei de karate y de kickboxing se encuentra con licencia médica porque está delicado de salud, viviendo con un miedo constante, sobre todo ahora por la situación que atraviesa el país y el mundo por la pandemia generado para el covid-19.

"Debido a mi situación tuve que pensionarme, pero de igual manera sigo con mi trabajo en Provida y mis últimas tres licencias médicas el Compin me las ha rechazado sólo por el hecho de que estoy pensionado, por lo que tendré que poner un reclamo a la Superintendencia. No es posible que esta entidad me quiera mandar a la calle a trabajar cuando me trasplanté hace un año de médula y estoy más expuesto al coronavirus porque tengo mis defensas bajas", aclaró.

Gasta una suma importante de dinero por concepto de medicamentos mensuales, por lo que tiene que ingeniárselas junto con a familia para poder solventarlos.

"Junto con ello tengo que ir a controles médicos a Santiago donde también tengo que incurrir en un gasto, porque por mi estado y la pandemia no puedo viajar en bus y debo hacerlo en vehículo, entonces todo va sumando", manifestó el entrenador osornino.

Entrenamiento

El sensei de karate tiene su academia llamada Dojo Angulo en calle Patricio Lynch y hasta antes de la pandemia contaba con unos 50 alumnos, pero con el cierre obligado dejó de percibir gran parte de las mensualidades, lo que también le ha generado problemas.

"Hay algunos alumnos que siguen cancelando su mensualidad como una forma también de ayudarme, aunque no es su obligación, pero agradezco mucho ese gesto. De igual manera yo les estoy enviando pautas de trabajo para que puedan desarrollarlas en casa", comentó Jaime Angulo.

Agregó que en el tiempo que no estuvo, eran sus alumnos más avezados o experimentados lo que se hicieron cargo de su academia, indicando que desde que supo de su diagnóstico, se ha sentido muy apoyado por sus alumnos.

El cierre de su academia es momentáneo porque espera abrirla apenas se pueda, aunque sabe que por su condición no puede aún volver a entrenar, pero quiere estar con sus alumnos en el dojo para dirigir las clases.

"Sin duda que extraño competir y también realizar mis clases, pero hay que esperar que la situación se normalice para abrir nuevamente las puertas de mi academia", comentó Angulo, quien además debe seguir pagando el arriendo del lugar donde realiza sus entrenamientos.

Sobre volver a competir, Angulo dijo que lo ve muy lejano aún. Ya lleva años sin combatir, pero no pierde la esperanza en ello.

"Yo comencé a practicar karate cuando tenía cinco años, entonces ha sido toda una vida ligada a este deporte. Hace más de 15 años que tengo mi dojo y no pienso cerrarlo, además espero a futuro poder volver a entrenar y practicar", sostuvo.

Dijo que su señora Verónica Cifuentes y sus hijos han sido un pilar fundamental en todo este proceso de recuperación, porque lo han acompañado y le han entregado todo su cariño para que pueda salir adelante.

"Sin ellos no sé si hubiese podido salir adelante y continuar con esta lucha. Estoy muy agradecido del cariño que ellos me han entregado como también de mis amigos, alumnos y cercanos. Esto aún no termina y debo seguir", agregó Jaime Angulo, quien de paso quiso agradecer el apoyo de la AFP Provida que es el lugar donde trabaja, como también del sindicato de trabajadores que lo ha ayudado de diferentes maneras durante todo este proceso.

"Hay algunos alumnos que siguen cancelando su mensualidad como una forma también de ayudarme".

Jaime Angulo, Sensei de karate

2019 en el mes de mayo el sensei de karate Jaime Angulo se sometió a un trasplante de médula en Santiago.

2015 le diagnosticaron linfoma no hodgkin, que es un cáncer al sistema linfático.