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Habitantes de sectores apartados de la provincia reciben ayuda en tiempos de pandemia

ASISTENCIA. Más de 150 familias residentes en las áreas costeras de Purranque y Río Negro son apoyados desde las municipalidades y el gobierno con abarrotes y materiales de construcción, ya que la emergencia sanitaria también afecta su calidad de vida y dificulta aún más el acceso a distintos servicios.
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Verónica Salgado

La crisis sanitaria también ha impactado a las más de 150 familias que viven en los sectores apartados y de difícil acceso de la provincia, quienes en tiempos de pandemia están siendo apoyados con abarrotes, harina, artículos de higiene y limpieza, además de materiales de construcción entregados por equipos municipales y de gobierno, los que se han desplazado hasta las caletas Cóndor y Huellelhue, ubicadas en la comuna de Río Negro; y Manquemapu, San Pedro y San Carlos, en la comuna de Purranque.

Las comunidades agradecen la colaboración recibida que, aseguran, era necesaria, puesto que las distintas medidas de control del coronavirus implementadas en las zonas urbanas han repercutido en los sectores más aislados, donde se han triplicado las dificultades para el abastecimiento alimenticio de personas y animales, acceso a la salud, servicios, entre otros, sumado a la paralización de las labores asociadas a rubro de la pesca y recolección de orilla, de los que dependen el sustento de todos los hogares emplazados en las caletas.

La vida cotidiana de quienes viven en sectores rurales apartados de la provincia está marcada por la falta de conectividad vial, en la mayoría de los casos no cuentan con electricidad ni agua potable, tienen dificultades de comunicación telefónica e internet, las fuentes laborales son escasas y la educación obligatoria está limitada, ya que son pocas las escuelas emplazadas en los territorios, al igual que las posibilidades de desplazarse diariamente hasta zonas urbanas cercanas para asistir a establecimientos educaciones, entre otras situaciones que merman las condiciones de igualdad.

Esta realidad se arrastra hace años y es uno de los factores que ha provocado la migración del campo a la ciudad, donde muchas personas no encuentran reales oportunidades de mejorar su calidad de vida ni las de sus familias, incluso llegando a vivir en condiciones de vulnerabilidad muy superiores a las que mantenían en los campos.

Ayuda en pandemia

En la zona costera de Purranque se ubica la caleta de Manquemapu, a 90 kilómetros de sector urbano, hasta donde se puede llegar en vehículos 4 x 4 recorriendo durante casi tres horas caminos insertos entre bellos paisajes con abundante vegetación propia de la Cordillera de la Costa. Actualmente viven 58 familias en el lugar. Características similares tiene el desplazamiento hacia las caletas de San Pedro y San Carlos, donde residen 25 familias.

Cecilio Mena, dirigente de caleta San Pedro, explicó que la ayuda recibida por los vecinos del sector ha sido muy oportuna, ya que en tiempos de pandemia, si las zonas urbanas tienen graves problemas, en los sectores rurales esto se multiplica.

"Estamos acostumbrados a vivir en estas zonas que efectivamente tienen problemas de acceso desde hace muchos años, pero donde también somos felices por el contacto con la naturaleza y con una vida sin tanta prisa. Esta ayuda en abarrotes, harina y otras cosas llega en buena hora, porque traer provisiones no es fácil, más aún cuando los ingresos dependen del trabajo en el mar, labor que no estamos pudiendo realizar", argumentó el dirigente.

El municipio ha llevado hasta el sector, desde fines de marzo, harina, cajas de alimentos y materiales de construcción; y durante los últimos días comenzó a distribuirse la ayuda del Gobierno en la comuna, principalmente cajas de abarrotes.

Miguel Arredondo, titular de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de Purranque, explicó que desde el año pasado se desarrolla un trabajo con las comunidades de sectores apartados, hasta donde viajan los profesionales y directivos municipales una vez a la semana para abordar las demandas y necesidades de los vecinos.

"En esas zonas, aparte de las dificultades geográficas, tienen problemas para comunicarse y por eso hemos desarrollo un trabajo con ellos. Durante la pandemia se hace más importante, porque también debemos tomar los resguardos y cuidarlos en su salud y facilitar lo que ellos requieran, entre eso ayuda en alimentos, materiales de construcción y gas, lo que se ve caso a caso. Al repartir las cajas del Gobierno también se privilegió a estas familias, porque son parte importante de nuestro territorio y no están solos", dijo el directivo.

Un camino de apoyo

En la zona costera de Río Negro se ubican las caletas Huellelhue y Cóndor, hasta donde se accede tras casi dos horas en vehículo 4x4 y posterior navegación de una hora aproximadamente en aguas del Océano Pacífico.

En ambos puntos habitan cerca de 60 familias que realizan actividades pesqueras y turísticas entre los parajes reconocidos mundialmente por su belleza natural.

Liliana Quintul, dirigenta social de San Juan de la Costa, explicó que la ayuda entregada el jueves en ambas caletas es sumamente significativa, ya que las familias viven en puntos que son de muy difícil acceso y donde hasta la fecha es muy poco el apoyo entregado.

"Es tremendamente valorable que lleguen con ayuda a las familias que también necesitan apoyo en esta situación, pensando también que sus fuentes laborales se han visto muy impactadas. Es un gesto que merece reconocimiento", explicó Quintul.

Hasta la zona llegó el director regional del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), Fernando Gunckel, y el seremi de Vivienda de Los Lagos, Jorge Guevara, quienes realizaron el largo y complejo viaje que habitualmente están obligados a hacer quienes viven en la zona.

"Fue una experiencia muy positiva porque también recogimos otras inquietudes que como Gobierno y servicio público ya estamos canalizando para concretar apoyo. Es gente que realmente vive en condiciones que no son fáciles, pero son un ejemplo, ya que aman su tierra y eso es inspirador", sostuvo el director regional del Serviu.

Desde el municipio también han desplegado ayuda hacia la zona, tal como explicó Sebastián Cruzat, Dideco de Río Negro, quien agregó que "hemos estado en constante ayuda con toda la comunidad que lo requiere en la comuna y ellos son parte de nuestros vecinos. También nos preocupamos de que las familias no estén expuestas a contagios, porque sabemos que el acceso a esos puntos es muy difícil", indicó Cruzat.

90 kilómetros de distancia se encuentra la caleta de Manquemapu de un centro urbano. La localidad costera pertenece a la comuna de Purranque.

58 familias viven en la localidad costera de Manquemapu, lugar enclavado entre la Cordillera de la Costa y el Océano Pacífico.

150 familias viven en total en las apartadas zonas costeras de las comunas de Purranque y Río Negro. Las autoridades han transportado ayuda para apoyarlos en medio de la pandemia.