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Una nueva economía
La pandemia ha puesto en jaque a la economía debido a los procesos de cuarentena y distanciamiento social, lo que ha provocado una crisis inédita en estos últimos dos siglos y que está fuera de las explicaciones tradicionales. Lo nuevo, es el concepto de "lockdown" o cierre de emergencia, que ha imposibilitado que se realicen transacciones, impidiendo -por tanto- que el mercado funcione.
Lo positivo de lo que está ocurriendo, es -primero- darnos cuenta de que el gasto público en salud no es superfluo, dimensionar lo importante que es el funcionamiento del sistema educativo para el desarrollo de las actividades económicas, la importancia del consumo en las familias y el rol de los trabajadores, que finalmente son el motor de la economía.
Esto último nos obliga a proteger al consumidor de las prácticas abusivas de las empresas y concientizar sobre la ética y responsabilidad social que como sociedad debemos exigir. Finalmente, debemos asumir que el Estado no puede ser débil para enfrentar las crisis sociales, sino que debe contar con recursos financieros y legales para enfrentar este tipo de eventos, que en el caso de Chile son recurrentes.
Lo que deberíamos esperar de este nuevo escenario es que se privilegien las actividades económicas a escala humana, que puedan ser monitorizadas con facilidad. Además, potenciar un desarrollo de los mercados locales para disminuir la dependencia del comercio centralizado, el cual es vulnerable cuando existen restricciones a la movilidad de carga y pasajeros. También servicios sociales de escala comunitaria, que eviten el gigantismo y la masividad, y permitan una atención personal y cercana, en educación y salud, ambos de difícil sostenimiento privado, dado que no son rentables.
Un Estado con recursos y facultades legales que permitan impulsar el bienestar social y proteger los derechos básicos de las personas, privilegiando el bien común sobre el bienestar individual ¿Cómo se logra esto? Es una historia en desarrollo y nadie tiene la receta, pero todos podemos colaborar con los ingredientes.
Cristian Colther Marino, académico Facea, Universidad Austral de Chile
Actividad Física para niños
Muchos se preguntan qué importancia tiene hacer actividad física en época de pandemia. Una buena opción es que los adultos realicen por lo menos 30 minutos de actividad física diaria (me refiero a toda actividad que involucre movernos), y los niños, realizar a lo menos una hora. Quizás nos parece mucho, pero debemos saber que los niños están constantemente moviéndose, los pequeños entre tres y seis años nos hablan moviéndose de un lado a otro y los más grandes buscan los juegos donde deben expresar movimiento.
Los adultos podemos dirigir este tiempo con actividades como juegos de baile con música (teniendo el estímulo externo que favorece su realización), idealmente en familia y evitar la pantalla. Para los más grandes, podemos buscar tutoriales de actividad física y planificar sus rutinas diarias, tomando precauciones como que sean fáciles y que sean un aporte para mantenerse activos.
Todo esto les permitirá a los niños mantener su sistema inmune, prevenir el sobrepeso, mantener una musculatura óptima, además de sentirse más felices debido a que aumentarán los niveles de endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad". Finalmente, no debemos olvidar que el ejercicio contribuye al buen ambiente familiar y promueve le juego entre padres e hijos.
Alejandra Aeloiza, académica Instituto del Deporte Universidad de Las Américas
Recuperación económica
Una de las pocas vías para salir de la actual crisis es la recuperación del crecimiento económico. Pese a que hoy resulta difícil ese escenario, es clave no descuidarlo. Esto es muy importante, puesto que el nivel de actividad económica -medido por la evolución del PIB-, tiene una relación directa con el nivel de recaudación tributaria.
Al bajar la actividad económica, se reducen los gastos en consumo y los ingresos de los factores productivos, disminuyendo la base de los impuestos recaudatorios y, por ende, los ingresos tributarios. Esto es lo que ha venido ocurriendo desde la crisis socia, a lo que se sumó el covid-19.
Ambos sucesos han reducido el nivel de la actividad económica, disminuyendo la recaudación tributaria, lo que se ha traducido en el déficit efectivo del presupuesto del sector público -que es cubierto, en parte, por un incremento en el endeudamiento-, generándole al Gobierno problemas para financiar el presupuesto y las medidas para enfrentar la crisis.
En época de crisis económica, la deuda pública puede ser usada para financiar sus costos. Algunos economistas dicen que es una manera de trasladar el cobro de impuestos a futuro. Si bien es una alternativa, siempre es posible recuperar el crecimiento económico, el cual proveerá al Gobierno de más recursos, sin tener que aumentar los impuestos a largo plazo.
José Yáñez, académico de la Universidad de Chile