Reciclaje en la vida diaria
En junio de 2017 entró en vigencia la Ley de Fomento al Reciclaje, que deberá introducir un paulatino cambio cultural en las personas. En Chile se usaban más de 7 millones de bolsas de poliestireno cada día y solo un 23% de ellas se reciclaba.
Chile produce 17 millones de toneladas de desechos al año, y de ese total, 7,4 millones de toneladas se generan en los hogares. Según el Banco Mundial, Chile es el segundo país de América Latina que genera más basura, ya que en promedio, cada persona produce 1,1 kilos de residuos domiciliarios al día. Pero solamente el 10% de los desechos va a reciclaje, cifra ínfima respecto de un promedio de 60% que va a reutilización en las naciones desarrolladas.
En junio de 2017 entró en vigencia la Ley de Fomento al Reciclaje, que deberá introducir un paulatino cambio cultural en las personas para aprovechar muchos de los desechos y reintegrarlos al proceso de producción. La iniciativa obliga a los fabricantes de productos como neumáticos, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, envases y embalajes a hacerse cargo de ellos una vez que terminan su vida útil. En vez de irse a los vertederos, estos productos "inservibles" deben volver a las industrias donde fueron fabricados para iniciar un nuevo ciclo, proceso que se desarrollará en forma gradual. Esas obligaciones serán exigidas de manera progresiva, iniciándose el año 2021 y llegando a estas en plena vigencia el año 2030.
El reciclaje se ha ido convirtiendo lentamente en conducta de la vida diaria de una parte de la población, cuando depositan los desechos en los puntos limpios que han determinado las municipalidades.
Mención aparte merece el tema de las bolsas plásticas. En Chile se usaban más de 7 millones de bolsas de poliestireno cada día y solo un 23% de ellas se reciclaba, por lo que las autoridades realizaron una campaña para limitar paulatinamente su entrega en los supermercados y tiendas, hasta prohibirlas definitivamente desde febrero de 2019.
No obstante estos avances, en nuestro país no existe una normativa que obligue a los hogares a participar en la separación de desperdicios domésticos para el reciclaje y las iniciativas más bien corresponden a decisiones voluntarias de las personas y a las facilidades que otorgan algunos municipios. Por eso, queda mucho por avanzar en este tema.