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Cesantes: la dura realidad de los trabajadores informales durante la emergencia por el coronavirus

CRISIS SOCIAL. Entre los oficios más afectados están gásfiter, jardineros, hojalateros, peluqueros y todos aquellos que no cuentan con contrato laboral y dependen de los ingresos diarios. El Gobierno trabaja en generar fondos de apoyo económico.
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Verónica Salgado

Las medidas tomadas por las autoridades para contener la pandemia paulatinamente han ido dejando sin su única fuente de ingresos a muchos trabajadores, donde los más afectados son aquellos informales que no cuentan con un contrato laboral y dependen del dinero que logran juntar diariamente para mantener a sus familias y cubrir los gastos básicos.

Esa realidad no es ajena a la provincia, donde los más afectados son quienes se dedican a oficios como gasfitería, jardinería, peluquería, hojalatería, albañilería, garzones, cargadores, entre otros, quienes desde hace más de un mes están cesantes y sin ingresos, ya que la mayoría realiza trabajos en la comuna de Osorno, que está en cuarentena total y cordón sanitario desde el 30 de marzo. Ello restringe la movilización y circulación de personas para privilegiar su permanencia en las casas, agudizando la tasa de desempleo en los trabajos informales.

Todos estos trabajadores informales, además, deben pagar el arriendo de sus talleres y viviendas, comprar materiales y maquinarias necesarias para desarrollar su labor, cancelar algunos créditos e incluso el sueldo a otras personas, entre muchos otros compromisos que, a pesar de la precaria situación que viven actualmente, tienen que cumplir, lo que significa una carga emocional y económica mayor.

El brote de coronavirus está presente en el país desde el 3 de marzo pasado, cuando se confirmó el primer caso. Desde entonces las autoridades de Salud y gobierno han generado una serie de acciones para controlar la expansión de la pandemia en la población, lo que se ha facilitado gracias al Estado de Excepción Constitucional por Catástrofe decretada el jueves 19 de marzo en todo el territorio nacional. Es así como se ha aplicado la cuarentena obligatoria en más de 15 comunas, sumado a cordones y fronteras sanitarias, restricción en el transporte público, prohibición de realizar eventos masivos, cierre de malls, centros comerciales, cines, casinos, patios de comidas y todo lugar que signifique aglomeración de personas.

Sin ingresos

Marisol González trabaja como peluquera independiente desde hace más de 10 años. Mantiene el hogar que comparte con sus hijos de Benjamín (15) y Santiago (13), ubicado en la población Quinto Centenario. Desde principios de marzo que sus ingresos comenzaron a disminuir producto de la crisis generada por el coronavirus en la comuna, así como en todo el país.

"Desde la segunda quincena de marzo a la fecha estoy cesante, algo que hace muchos años no vivía. Trabajo en una peluquería en el centro, pero está cerrada porque la gente no va y después porque se prohibieron y ahí ganábamos algo por corte. Tampoco puedo atender a las clientas que venían a mi casa o yo iba a sus domicilios, porque la gente tiene miedo por el coronavirus y yo igual me cuido por mis hijos. Ya usé mis pocos ahorros y las ayudas del Gobierno no están focalizadas para los informales o bien son sólo anuncios, nada concreto", explicó González.

Juana Cofré divide su día entre dos trabajos como costurera y cuidando a un menor a tiempo parcial. Con ambos sueldos la mujer realiza el pago de sus gastos y los de sus padres adultos mayores, con quienes vive en Rahue Alto. También desde hace casi un mes no recibe ingresos, ya que los clientes no están llevando pedidos para costuras y su trabajo de cuidadora está suspendido.

"La verdad no ha sido fácil y lo que es peor: no se ve solución alguna ni con apoyo del Estado ni que retornemos a la normalidad. La madre del niño que cuido un par de horas quedó cesante y ya me avisó que no sabe cuándo volveré. La costura igual está parada. No sé qué haré y eso me preocupa más que el mismo coronavirus", comentó la mujer.

Organizar

Norberto Pérez se dedica a la hojalatería desde hace 30 años en su taller ubicado junto al hogar donde vive con su familia en el sector Chuyaca. Queda justamente fuera del cordón sanitario, por lo que eso agudizó la compleja situación que vive desde hace meses.

"Con el 'estallido social' quedé muy dañado, porque vivo de esto, de trabajos que hago por el boca a boca y en algunos trabajitos que salen porque requieren de un hojalatero. Pero desde hace casi un mes estoy parado, porque quedé fuera del cordón, o sea, dos horas mínimo para salir y entrar a Osorno, no tengo materiales porque está cerrado o agotado y tampoco tengo clientes porque están todos expectantes a ver qué ocurrirá. Esta crisis visibilizó a la gran cantidad de personas que nos dedicamos a oficios que suelen ser informales y vivimos con el día a día, algo que para algunas autoridades es casi una novedad. Apoyo cero", dijo Pérez, a quien se puede contactar en el correo electrónico norberto.pc73@gmail.com.

Como una forma de generar una red de ayuda, el trabajador se unió al grupo de WhatsApp creado por Jaime Véjar, mueblista que también afectado por la cesantía y falta de ingresos, ideó una forma de organizarse junto a quienes son trabajadores informales. El grupo, en sólo un par de días, sumó a más de 70 miembros, quienes intercambian experiencias, canales de ayuda y datos laborales.

"Mi problema empezó con la cuarentena, primero porque muchos lugares donde compro mis materiales están cerrados, por lo que debo pedir autorizaciones para salir a Puerto Montt a abastecerme. No hay un permiso virtual que considere a quienes debemos desarrollar trabajos de este tipo y también los clientes están pidiendo la devolución de sus abonos cuando los muebles están listos, sólo que no podemos entregarlos. Muchos desarrollamos oficios que pasan desparecidos a veces, pero que realizan familias que dependen de ellos para vivir", enfatizó Véjar, cuyo taller está calle Bellavista, Rahue Bajo.

Lo que nació como una forma de apoyarse durante la crisis, es muy factible que se transforme en una organización de trabajadores informales no sólo de Osorno, sino de la provincia, porque es evidente que las autoridades y las soluciones que están entregando aún no consideran a cientos de trabajadores informales.

"Esta situación sanitaria causa impotencia, porque gente que necesita trabajar hace esfuerzos por cumplir en cuidarse y cuidar a los otros, pero en la calle andan personas que no les interesa el autocuidado, que creen que son inmortales y eso da mucha impotencia. La gente que realmente tiene que trabajar es la más perjudicada. El llamado es a que las autoridades dejen de anunciar y entreguen soluciones a quienes realmente las necesitamos, porque muchos de nosotros ni a la banca podemos recurrir", explicó el mueblista.

Autoridades

El Presidente Sebastián Piñera anunció a principios de abril un fondo especial de 2.000 millones de dólares para ayudar a los trabajadores informales afectados por la pandemia del covid-19, además de una línea de créditos con garantía estatal para las pymes. El fondo considera beneficiar a 2,6 millones de trabajadores informales sin contrato de trabajo y que producto de la crisis están cesantes y no tienen la protección del seguro de desempleo.

Podrán acceder, en el caso de los independientes, quienes demuestren la carga laboral y no tienen vínculo con alguna otra empresa. Y en el caso de los trabajadores que no tienen contrato deben demostrar aquello. Es fundamental mostrar las últimas remuneraciones, pues será fundamental para calcular la ayuda final que recibirá.

Además, deben definir el rango de vulnerabilidad que se establecerá, según los criterios que manejen en el Registro Social de Hogares, servicio dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

El intendente regional, Harry Jürgensen, además explicó que se están redireccionando fondos del Gobierno Regional para apoyar a un importante grupo de personas que realiza trabajos de manera informal, los que están viviendo días muy complejos. Esta ayuda deberá estar clara dentro de un mes, al igual que las formas de postular y la duración del beneficio.

El municipio de Osorno, en tanto, también está generando recursos de apoyo para estos trabajadores, lo que deberá verse dentro de las próximas semanas.

Y quienes requieran ayuda con mayor urgencia pueden contactarse con el departamento social de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la municipalidad de Osorno.