En el casino de Pampa Alegre se desarrolló una grabación para el programa Sábados Gigantes de Canal 13, donde varios artistas locales interpretaron temas acompañados por un numeroso público. Los números estuvieron a cargo de Mónica Barriga, el Dúo Brisas, además de la dupla compuesta por Andrés e Iván.
"No ha llegado ningún peso desde las medidas anunciadas"
— Bernardo Candia — Alcalde de la Costa"Esto puede ser la antesala de la implementación de una barrera sanitaria"
— Felipe VergaraUna vez más el joven director de cine, Andrés Pacheco, vuelve al ruedo cinematográfico para realizar una película con locaciones y actores en su mayoría de Osorno. Para esto convocó a un casting abierto para músicos, coreógrafos, autodidactas, artistas, etc. "La idea es que aporten en sus áreas" explicó.
Una familia de cuatreros que operaba en la provincia fue capturada por Carabineros del Retén Eleuterio Ramírez y la Comisión Civil. La diligencia se gestó cuando en un control en Quema del Buey, una camioneta se dio a la fuga y tras una incesante persecución, fue ubicada en un domicilio en cuyo interior estaban los animales faenados.
No hay ninguna duda de que la humanidad está asistiendo a uno de los tiempos más convulsos de toda su historia. Si hasta hace algunos años las crisis políticas, económicas o sociales podían estar delimitadas geográficamente y, además, exhibir una velocidad de avance tal que permitía, en ocasiones, su confinamiento; ahora el mundo se encuentra frente a una calamidad global y de alcances todavía insospechados. Lo que en diciembre del año pasado comenzó como una extraña infección que provenía de un mercado de una ciudad de China, ahora se ha expandido a todos los continentes, dejando a su paso una estela de complicaciones sanitarias y una crisis económica que tiene al orbe a las puertas de una recesión.
El mundo está cambiando aceleradamente, y lo que emerja a la superficie una vez que se logre contener el virus, será muy distinto a lo conocido. La masificación del covid-19 ha venido a trastocar de manera severa cada una de las certezas que se habían asentado en la humanidad desde mediados del siglo XX, en un proceso por el cual el país e incluso la región no han estado ajenos.
La primera señal se produjo en julio del año pasado en Osorno, cuando el vertimiento de petróleo en un pozo de captación de agua potable provocó que la ciudad permaneciera diez días sin el suministro. Aquello puso en tela de juicio el modelo de las empresas sanitarias, al punto que se evalúa la continuidad de la concesión. La segunda, ya a nivel nacional, partió en el Metro de Santiago y siguió en todo el territorio, dejando en jaque la capacidad del Estado para mantener el orden público y cuestionando los pilares del modelo político.
La aparición del coronavirus, por su parte, está poniendo en discusión dos cuestiones relevantes. Por un lado, las capacidades de los sistemas de salud de cada país para hacer frente a emergencias de esta magnitud, y por el otro, el concepto de libre circulación de personas, bienes y servicios entre las naciones. Ni hablar de los caminos que ya se han tomado en otras latitudes, en cuanto a realizar seguimientos digitales a las personas para chequear sus eventuales exposiciones al virus. Las certezas globales están puestas a prueba.
En estos momentos sufrimos a nivel planetario una grave pandemia viral, presente en 175 de los 197 países del orbe. En nuestro país se están aplicando medidas de contención para el virus, empujando a la gente a cuidar su salud, quedándose en sus casas. Sin embargo, para que todos puedan guarecerse en sus hogares, y así atajar la curva de contagios, allá afuera deben existir personas que todavía trabajen, garantizando el correcto funcionamiento de los servicios básicos como la luz, el agua, la seguridad y, sobre todo, la alimentación. Porque en un mundo que está cerrando sus fronteras, la producción local de alimentos se vuelve un factor crítico para el país.
Así, el ministro Antonio Walker declaró esta semana a la agricultura como una actividad de infraestructura crítica, y entregó medidas de higiene para mantener la cadena alimentaria en el país. "El campo no puede parar, porque la gran cantidad de alimentos que tenemos en Chile lo produce nuestra agricultura", afirmó Walker.
Desde el sector lechero hemos trabajado codo a codo con las diversas autoridades y gremios regionales y nacionales, logrando tomar decisiones colectivas y disponiendo de información relevante para nuestros asociados, siempre preocupados de la salud de nuestros colaboradores.
Destacamos a su vez la inédita coordinación que permitió generar el primer Protocolo Nacional de Prevención en la Lechería del Covid-19, elaborado por Fedeleche en conjunto a las empresas Prolesur y Soprole; enfocado principalmente en estandarizar los procesos de prevención, y señalar las obligaciones de la empresa, con el fin de operar de manera segura, ante la contingencia.
La lechería nacional jamás puede parar, y hoy es más importante que nunca. Producimos un alimento fundamental en la nutrición humana general, pero sobre todo para niños y ancianos, en quienes los lácteos de buena calidad (como los nuestros), fortalecen el sistema inmunitario.
Hacemos llegar también un fuerte abrazo y un gran reconocimiento a nuestros cientos de socios, a los pequeños productores de Acoleche, y a todo el mundo rural; y a todos los que día a día trabajan por lleva alimentos de primera calidad, a la mesa de los chilenos.
Marcos Winkler, presidente de Aproleche Osorno