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Almacenes buscan estrategias para sobrevivir a la crisis sanitaria

ECONOMÍA LOCAL. En medio de la inesperada situación generada por el coronavirus, comerciantes osorninos están tratando de llevar sus negocios con falta de stock en productos de desinfección y otros artículos, donde los más afectados parecen ser los del centro. Además de las medidas sanitarias, los pequeños empresarios deben reinventarse con nuevas formas como el reparto a domicilio.
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Paola Rojas

Diferentes visiones tienen los propietarios de almacenes tanto del centro como de otros sectores de la ciudad sobre la cuarentena para prevenir contagios de coronavirus , ya que en el primero de los casos hay muy poco público, debido a muchas oficinas enviaron a sus trabajadores a cumplir funciones desde la casa, mientras que en los barrios parece que la gente se estuviera dirigiendo a estos pequeños comercios familiares.

En lo que sí coinciden es en la demanda de los osorninos: los productos de limpieza y desinfección son los más requeridos, de los cuales ya no es tan fácil proveerse, en especial el alcohol gel, el cloro y otros similares.

Además, todos ya tienen incorporadas diferentes estrategias para evitar la propagación del covid-19 en la ciudad, tanto en el aseo como en el trato con la clientela que los visita día a día.

Reparto es la solución

Rodrigo Cuitiño es propietario de tres locales en el sector oriente de la ciudad, que son los Mercaditos de Las Quemas y La Cantera, además del Supertanker de calle Santiago Rosas. En los tres han debido tomar estrictas medidas de seguridad sanitaria tanto para quienes trabajan en ellos como para las personas que llegan a comprar.

A los locales no pueden ingresar más de cinco personas, ojalá pagando con tarjetas, con prioridad en la atención a adultos mayores y embarazadas. Además, están cerrando algunas veces al día para santificar el ambiente.

Agregó que debieron hacer modificaciones al lugar, instalando una ventanilla entre dependientes y la clientela; y ya piensan que pronto podrían hacer una modificación a las puertas para atender por la ventanilla. También se hicieron cargo del traslado de sus empleados, para evitar riesgos en el transporte público, por lo que viajan en un mismo vehículo, siempre resguardando las medidas de higiene.

El comerciante agregó que también cuentan con un sistema de reparto, a través de una empresa, formato que cada día es más demandado por sus clientes. Asegura que cada día tiene más adeptos, por lo que las ventas siguen, pero cada vez menos presenciales. Lo mismo ocurre con los proveedores que abastecen sus locales, quienes hacen sus ventas solamente a través del teléfono.

"Algo importante que hemos hecho es ponerle cuota a la venta de productos, no tan explícitamente, pero cuando viene alguien y quiere llevarse 10 artículos iguales, lo tratamos de frenar. También hemos tenido un poco de problemas con el abastecimiento, porque todo está más lento", manifestó Cuitiño.

Se fue la clientela

Cuentas no muy alegres son las que lleva Alexis Tejos, quien hace un mes partió con su local llamado Full Market, ubicado en calle O'Higgins 854, el cual hace algunas semanas gozaba de buena clientela, compuesta principalmente por trabajadores de oficinas del centro de la ciudad, ya que para ello su ubicación es estratégica.

El lugar es pequeño, pero tiene una caja que mantiene la distancia con la gente y quien atiende usa guantes y mascarilla, además del constante lavado de manos y el posterior uso de alcohol gel.

"Desde el martes las ventas cayeron en picada. Por poner un número, de 100 mil pesos que podíamos ganar antes, ahora eso bajó entre 12 mil y 15 mil pesos. Esto parece una montaña rusa", expresó el comerciante.

Señaló que esta situación lo afecta a él y a otros locales del centro, a diferencia de los negocios de sectores más alejados, donde van vecinos del mismo barrio y su público es precisamente el que devolvieron a las casas en su mayoría, es decir, funcionarios municipales y de otras reparticiones públicas, además de gente de oficinas e incluso escolares.

Por lo mismo, debió bajar en 50% la cantidad de pan que pedía para vender diariamente y otros productos que siempre le compraban a la hora de almuerzo, como las empanadas, ya que no hay compradores para ello.

Viendo esta compleja situación, Alexis Tejos barajó la posibilidad de adquirir artículos de limpieza y desinfección, ya que por estos días son muy solicitados, pero se encontró con la ingrata sorpresa de que no hay disponibilidad de ellos en el mercado.

"Estoy pensando en hacer un delivery, ya que me han dicho harto que puede funcionar, pero para eso tengo que comprar mercadería, pero eso está complicado, porque los horarios para ello debo estar en mi local y tendría que cerrar para ir a comprar, o a veces me toca justo el horario en que están desinfectando", explicó Tejos.

Lentitud en entregas

Por otro sector de Osorno, en calle Las Mandarinas de Francke, está el supermercado Quilacahuín, donde su propietario, Walter Bachmann relató que pese a que los vecinos salen a comprar con mucho temor, las ventas no han estado mal.

"Estamos con mascarillas y con guantes, y el aseo que normalmente se hacía, ahora se triplica en los mesones, en las máquinas que operan los clientes, en las máquinas registradoras y por supuesto en la del Sencillito", dijo.

Se trata de un negocio familiar donde trabaja con su esposa y ambos decidieron instalar carteles con indicaciones como conservar la distancia y no más de dos personas a la vez.

"A la gente le ha costado acostumbrase a estas medidas, porque muchos creen que esto se hace en el centro solamente y no en los barrios", expresó.

Dentro de la experiencia de los últimos días, indicó que hay productos que no están llegando al local, específicamente de aseo y harina. Y por supuesto el alcohol gel, que son de los artículos más requeridos en las últimas semanas, pero además hay otros que tendrían un menor stock en las empresas proveedoras.

"Pedí 100 productos a la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) y me llegaron 50. Hay un pequeño quiebre de stock, de que llegue el 100% de las cosas no es así, pero los precios de los productos al menos se han mantenido. He leído en las redes sociales que la gente dice eso, pero no es así. Si alguien vende en la feria de las pulgas un alcohol gel en un precio mucho mayor, eso es otra cosa", aseveró.

Añadió que para ellos también han cambiado otras cosas, como por ejemplo la venta telefónica de los proveedores, quienes envían sus despachos, ya no al día siguiente, sino que después de 48 horas.

"Estoy pensando en hacer un delivery, ya que hartos me han dicho que puede funcionar".

Alexis Tejos, Comerciante del centro