Día de todas las mujeres
Resulta lamentable y muy alejado del espíritu que se debería promover la defensa de los derechos de las mujeres, que colectivos específicos se arroguen el derecho de encabezar con sus siglas manifestaciones del Día Internacional de las Mujeres o se apropien del protagonismo que tiene no sólo un día, sino ideas y políticas en todo un país.
Esta semana entró en vigencia la Ley Gabriela, además el año pasado se implementó un instructivo presidencial en materia de prevención y denuncia del acoso sexual, entró en vigencia el Fuero Maternal en las FF.A.A. y se logró la ley de Lactancia Materna. Y recientemente se aprobó la paridad en el Congreso para el órgano constituyente.
Chile está cambiando no por colores políticos, sino porque la sociedad lo requiere y promueve. Este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de las Mujeres, de todas las mujeres. No es patrimonio exclusivo de mujeres feministas, blancas, negras, asiáticas, lesbianas, libertarias, machistas, jóvenes o viejas, abuelas, nietas o hijas, hermanas o esposas, civiles, religiosas o militares. Todas las mujeres están incluidas y cualquier logro o avance en la materia debería celebrarse como una victoria de toda la sociedad en conjunto y no sólo atribuírsele a un grupo específico.
Juan Luis López Torres
Acto de paz
Vecinos del sector "Plaza Dignidad" han declarado su legítima demanda para poner fin a los violentos enfrentamientos que día a día se dan entre Carabineros y manifestantes, desde el inicio del "estallido social". A la discusión se han sumado políticos de todos los sectores, algunos con ciertos matices proponen refundar la institucionalidad de Carabineros y otros piden procesar con la máxima celeridad a los violentistas. En paralelo, desde la trinchera de los matinales, los medios nutren con imágenes y relatos de vecinos, quienes ahogados en lacrimógenas son amenazados para no tomar registro de lo que sucede.
Sin embargo, la política requiere poder más. Actualmente, siendo el mes previo al plebiscito del 26 de abril, se polarizan las visiones y se amplifican las violencias, proponiendo medidas que generan aún más violencia. La lógica amigo-enemigo genera visión de túnel, donde sólo se busca destruir al enemigo, algo que también nuestra clase política en Chile ha adoptado en sus debates.
'Sin enemigo no hay conflicto'. Por tanto, se requiere retirar a Carabineros de la zona cero y la primera línea no tendrá razón de actuar en ese espacio. Pero, pareciera que proponer paz en tiempos de guerra es un acto demasiado revolucionario para nuestra clase política.
Rafael Catalán, sociólogo
Campaña Plebiscito
En las próximas semanas veremos cómo cada una de las propuestas para el plebiscito de abril tratará de validar en Chile una posición de mayor valor. Mientras el Apruebo buscará apropiarse de las demandas del movimiento social, el Rechazo lo hará vía el argumento de la poca necesidad de tocar la Constitución actual para producir los cambios urgentes que atiendan a un país desgastado, violentado y lleno de expectativas. Ambos se juegan su madurez política en esta pasada. En estos pocos días que llevamos de campaña hemos visto más titulares y slogans que un despliegue profundo de contenidos que expliquen con razón y no con demagogia el llamado a votar por alguna opción.
En un contexto lleno de incertidumbre, violencia y amenazas de no validar los procesos, sino los resultados esperados, hay quienes quieren comunicar con palomas, panfletos, deditos para arriba y uno que otro comercial con rostros que su opción es la mejor. Si lo que cada postura busca verdaderamente es comunicar, se debe entender que en la cultura actual hay que pasar de informar a dialogar y, en vez de vender, a invitar.
Tenemos 50 y pocos días para que Chile pueda revisar ambas opciones y optar. Nos enfrentamos a este panorama con una fragmentación de mensajes como nunca se ha visto. Serán más de una docena de interlocutores, en más de 8 diferentes comandos, los que tendrán la tarea de generar esta conversación y, hasta el momento, algunos de ellos no han sido siquiera capaces de converger en una sola propuesta como partido.
Si esta es la tendencia, se ve complejo que logren unificar un discurso detrás de un Rechazo, o de un Apruebo.
Sin duda, gran parte del éxito de este proceso va a estar en que cada opción pueda entenderse en un único valor que asista la idea de un Chile mejor.
Sebastián Goldsack, académico de la Facultad de Comunicación, Universidad de los Andes