Actualmente se evidencian descontentos que han significado un estado de incertidumbres sobre el futuro del país y sus personas.
En este sentido, todos quienes nos reunimos en base a las ciencias, debemos realizar un proceso de reflexión individual y grupal, que nos permita visualizar cómo nuestra identidad de académicos nos consiente tomar decisiones que permitan una mejora continua en la sociedad.
Gran parte de los que nos dedicamos a la academia lo hacemos para contribuir con el conocimiento y a generar cambios que permitan mejorar el bienestar de las personas en su complejidad. Por esto, cuando visualizamos el descontento de gran parte de la población en la magnitud e intensidad con que se ha manifestado, debemos ser capaces de generar cambios que nos permitan vivir, convivir y seguir avanzando a este tan anhelado bienestar. Para que esto ocurra, los cambios deben permearnos a todos y esto requiere pensar y problematizar cómo yo, desde mi rincón, soy parte del problema y de la solución.
Nuestra estructura actual se hace muy difícil de romper, considero que en gran parte se debe a que en la academia (así como en la política) se nos ha dificultado democratizar nuestros campos de acción, nuestro conocimiento se hace una posición de privilegio, que nos permite conocer las problemáticas de la población desde un rol de investigadores y a las sociedades desde el rol del "investigado" y no como sujetos de su propia historia. Inclusive, la mayoría de las teorías que utilizamos para analizar los fenómenos no son territoriales, sino extranjeras.
De esta forma, comulgo con Fals Borda en su percepción de que nuestras bases como sociedad deben construirse desde cada territorio, bajo la participación de todos quienes formamos parte, sin distorsionar nuestra historia y realidad, validándonos, no como la teoría extranjera define los fenómenos observados, sino conociendo los significados que nosotros hemos construido y que los territorios han definido.
En esta época de crisis y cambios, no debemos olvidar que la mejor forma de entendernos, representarnos y ayudarnos es desde nosotros mismos, desde nuestra historia con sus derrotas y victorias, de todo aquello que nos ha forjado y nos ha permite dilucidar lo que anhelamos para el hoy y el mañana.
María Rauch Gajardo, directora de la Escuela Terapia Ocupacional Universidad Santo Tomás Osorno