Deudas con discapacitados
El 10 de febrero de 2010, hace diez años, se creó la Ley 20.422 de la Discapacidad y casi nada se ha hecho al respecto.
En la agenda social y el pilar solidario nada se dice sobre las personas con discapacidad. Hemos escrito innumerables cartas y conversado directamente con diputados, senadores, ministros, entre otras autoridades, pero nada. Son 10 años de inoperancia. Recorriendo el sur y parte del norte en todos estos años, no se ha notado "casi nada", por ejemplo, la accesibilidad universal en los edificios públicos, particulares, plazas, avenidas y nuestro entorno.
Queremos analizar algunas situaciones muy injustas que se deben corregir. Primero, el Pilar Solidario debe tener un aumento sustantivo para las personas con discapacidad por sus remedios, alimentación especial, rehabilitación, movilización, etcétera. Debemos dignificar a estas personas para mejorar sus calidades de vidas.
También en todas las áreas de enseñanza se debe incluir en la malla curricular el Lenguaje de Señas y Braille para que sea una enseñanza inclusiva.
Las ayuda técnica que da el Estado por intermedio del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), los fondos entregados anualmente, no alcanzan para cubrir las necesidades de los postulantes. Quedan rezagados por años y eso no puede ser.
En cuanto a la integración laboral, las grandes empresas tienen contratadas a otras sub empresas, las cuales disminuyen la cantidad de personas contratadas, lo que a su vez hace imposible contratar a una persona con discapacidad con el 1% que exige la Ley, o sea, 200 personas trabajando.
Lamentablemente, poco importa la situación de nuestros hermanos con discapacidad que ya suman más de un 16 % de la población del país.
El estallido social no ha ablandado el corazón de nuestras autoridades, ya que no es prioridad.
Queremos decir que la discapacidad es una situación crítica en una familia, que tiene que luchar todos los días contra la insensibilidad de quienes pueden dar solución a estos problemas. Por eso señores autoridades, solicitamos su apoyo para solucionar los problemas que indicamos y que también abarcan áreas como la justicia, salud y vivienda.
Juan Reyes Guajardo Consejo Comunal de la Discapacidad
Asimetría digital en Chile
Con la publicación por parte de la Subtel del acta apertura de propuestas de las empresas que postularon al Proyecto de Fibra Óptica Nacional y, adicional a eso, el llamado a licitación de las bandas que permitirán desplegar la tecnología 5G, comienza a concretarse un anhelo de todos quienes abogamos por disponibilidad de acceso a las telecomunicaciones y hacer de Chile un país acorde a las necesidades del Siglo XXI.
Las buenas noticias están alineadas con la necesidad de mejorar la conectividad de zonas aisladas, cuyos déficit de cobertura los deja en una situación de asimetría tal, que no resulta descabellado considerar que a nivel digital, hoy contamos con ciudadanos de primera y segunda clase.
Como fundación participamos activamente en la mesa convocada por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en el marco de la iniciativa Compromiso País, para abordar políticas y soluciones que permitan disminuir la brecha digital que mantiene a cerca de 77.496 personas en 632 localidades sin conectividad.
De acuerdo a un análisis de Fundación País Digital, si se mantiene el crecimiento de la adopción de Internet de los años pasados, 4 de cada 5 personas de 5 años o más en nuestro país serán usuarios de Internet durante este año. Por esta brecha aún existente en nuestra ciudadanía, la decisión de la autoridad es consistente con la necesidad de fortalecer niveles de inclusión tecnológica y brindar las mismas oportunidades de conexión, sin importar el lugar en que habiten las personas.
Por lo mismo, impulsar esta verdadera carretera digital en materia de fibra óptica, a través de seis macrozonas que se concursarán de manera separada, conlleva una señal potente de apoyo a las regiones del país, las cuales podrán ser parte del proceso en igualdad de oportunidades, evitando rezagos e inequidades en los tiempos de implementación.
Si queremos avanzar hacia la Cuarta Revolución Industrial e instaurar una cultura digital que permee en todos los ámbitos de la sociedad, necesitamos, ante todo, hacernos cargo de este tipo de déficit, pues la conectividad es determinante en el fomento de oportunidades para las personas, dinamizar las economías locales, y en fortalecer servicios oportunos y de calidad, especialmente en zonas geográficamente distanciadas de las grandes ciudades.
En ese sentido, y adicional a estos esfuerzos, debemos entender que desarrollar un ecosistema digital que impacta decisivamente en esa calidad de vida, requiere de un compromiso a mayor escala, involucrando no sólo a las industrias directamente comprometidas en el despliegue de infraestructura. Fernando Sánchez gerente general de la Fundación País Digital