Seguridad en internet
Es raro hablar de seguridad en internet porque en esencia es uno de los lugares más inseguros y lo peor de todo es que el mayor fallo es humano, somos nosotros mismos quienes nos ponemos en riesgo.
Piense un poco, ¿cuántas páginas visita al día?, no son muchas. ¿cuántas contraseñas diferentes tiene?, ¿cada cuánto tiempo las cambia? La mayoría de las personas asocian una sola clave (la del correo electrónico) y con esa cuenta administran todo. Si una persona tiene acceso a su teléfono móvil puede tener acceso a todo, ¡absolutamente a todo!
La red, Internet, es un lugar que nació para la libertad, pero está lleno de personas que la usan de mala forma y si bien los adultos caen en estafas y virus, imagínese un niño. Por eso es de suma importancia que los menores no tengan redes sociales que no corresponden a su edad.
Respecto a esto, ¿sabe qué hace su hijo en internet?, ¿Cuál es la red social de moda entre los amigos de sus hijos?... ¿Sabe que juega su hijo en línea? O más importante ¿con quién?
Su misión como adulto es enseñarles que detrás de un avatar (foto que representa a una persona) y un nick (apodo o sobrenombre), no necesariamente existe un niño, que ellos jamás deben dar sus datos personales y tampoco deben enviar fotos de ellos a desconocidos, menos compartir su WhatsApp con cualquiera en la red…la internet segura no se basa en prohibir, sino en enseñar.
Jacob Donoso, director carreras Informática, IP Santo Tomás San Joaquín.
Marzo
Ya queda menos para llegar a marzo y a la fecha resulta imposible pasar por alto la gran cantidad de movilizaciones ya agendadas para tan polémico mes. En este contexto, y para aquellos que creen que sólo la violencia da resultados, sería apropiado recordar la vida y obra de grandes personajes como Rosa Parks, Martin L. King, Tenzin Gyatso o Desmond Tutu. Hombres y mujeres que entendieron que no hay nobleza en sacrificar a otros por sus ideas, sino que fueron ellos mismos quienes asumieron los costos de desafiar lo establecido para alcanzar lo que ellos concebían como un mundo más justo.
Aquí no se trata del trasfondo de cada causa (aquello puede discutirse en otra instancia), sino de la forma en que estas son planteadas y la forma en que cada individuo escoge luchar por ellas. Como dijo King: "La no-violencia no es pasividad estéril, sino una poderosa fuerza moral que se hace para la transformación social".
Bárbara Haas Fundación para el Progreso
Visibilizar el trabajo
El INE entregó recientemente las cifras de informalidad laboral del último trimestre 2019, revelando una tasa de ocupación informal de 30,4%, su valor más alto en los últimos 3 años.
Según estos datos, la informalidad se concentra en adultos mayores y mujeres (55,1% y 31,9%), parte de los grupos más vulnerables del país. Por su parte, los trabajadores por cuenta propia representan el 49,7% del total de ocupados informales.
Sin duda, se trata de cifras preocupantes que podrían agudizarse dado el contexto social actual donde aumenta la informalidad y la precarización de las condiciones laborales y sociales.
Pese a lo extensivo del fenómeno, se trata de una problemática invisibilizada por muchos años y que no ha sido prioritaria para el diseño de políticas públicas que permitan dar mayor protección a este sector que representa a más de un millón de trabajadores.
Desde nuestra experiencia en el Fondo Esperanza, donde trabajamos con 128 mil emprendedores de sectores vulnerables, vemos día a día los riesgos y desprotección a los que se enfrentan producto de la precariedad, tratándose en su gran mayoría de mujeres, informales y autoempleadas.
El trabajo por cuenta propia representa una alternativa para sacar adelante a familias completas. Sin embargo, no existe un marco de seguridad social que asuma las particularidades de esta realidad. Ejemplo de ello son las mujeres emprendedoras que no cuentan con garantías que le permitan conciliar su trabajo con el cuidado de los hijos. Por ello, es clave que proyectos que hoy se discuten, como sala cuna universal y otros, consideren al sector informal.
Es imperativo que reconozcamos esta realidad como sociedad e impulsemos -desde el mundo público, privado y la sociedad civil- los cambios necesarios para la desprecarización de la informalidad, la eliminación de los prejuicios que conlleva y el reconocimiento de la dignidad de miles de mujeres y hombres que han visto en el emprendimiento una posibilidad de transformar sus vidas.
Karina Gómez Gerente de Emprendedoras de Fondo Esperanza