De la urgencia a la emergencia
El 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, que también es conocido como el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre. Esta fecha fue designada por la Organización de las Naciones Unidas para crear conciencia sobre el impacto ambiental del calentamiento global, que es generado por los gases de efecto invernadero producidos por el hombre.
El 2020 será un año crucial para la reducción de las emisiones de gases contaminantes y el calentamiento global. La implementación del Acuerdo de París y con él, de los planes de reducción de emisiones conocidos como Contribuciones Nacionalmente Determinadas o NDC, deberán estar muy en línea con los hallazgos más recientes de la ciencia para impedir que el aumento de la temperatura global promedio no alcance los dos grados.
Sin embargo, pese a la abrumadora evidencia científica, los intereses nacionales todavía prevalecen sobre la necesidad urgente, que se ha transformado en emergencia climática, de preservar el planeta en que vivimos. Solo 84 países, de un total de 196, se comprometieron con una mayor ambición climática en la última Conferencia de las Partes, lo que impediría alcanzar la carbono neutralidad antes de 2050. Los grandes emisores de gases de efecto invernadero como Estados Unidos, China, India y Rusia, que suman alrededor del 55% de las emisiones mundiales, aún no manifiestan su intención de presentar nuevos compromisos de cara a la Cumbre Climática que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, a fines de este año. Estados Unidos, además, continúa con su proceso de salida del Acuerdo de París.
Pero no todo está perdido. Con o sin acciones de los Estados, el compromiso individual y colectivo, especialmente del mundo productivo, cuya contribución es la más importante para alcanzar la carbono neutralidad, puede ayudar a la solución del problema, incluso de forma más eficiente que los compromisos voluntarios que puedan adoptar los países.
En Chile, solo entre 2012 y 2019, los Acuerdos de Producción Limpia implementados por empresas y gremios de los más diversos sectores productivos, han permitido una reducción total acumulada de 1.466.336 toneladas de CO2 equivalente, lo que los hace una de las herramientas de gestión ambiental más efectivas para dar sustentabilidad a las empresas y lograr el objetivo de reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
Que este Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 nos haga recordar que somos nosotros, los ciudadanos, quienes estamos llamados a modificar nuestros hábitos de consumo y contribuir en la educación ambiental de las futuras generaciones, para impulsar a toda la economía hacia un modelo de desarrollo que definitivamente abandone el uso de combustibles fósiles. La "urgencia de acción climática" se ha transformado en una "emergencia climática" y, si no hacemos nada, las consecuencias serán imprevisibles.
Giovanni Calderón, director ejecutivo Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático
Héroes de cartón
Tildados recientemente y livianamente de héroes, en aquel "foro de DD.HH", en el ex congreso, toda una gama de gente antisistema, delincuentes, narcos, encapuchados o quienes sean para unos o jóvenes de primera línea; "todos bien intencionados", dicen otros, enfrentados a las fuerzas del estado, estas con funciones claras de restaurar el orden ante los desmanes, ¿pero entonces como entenderlo?, pues los DD.HH., no podrían estar en contra del orden público, que a todos beneficia; en fin Usted tiene la palabra y su apreciación.
En todo caso, ¿recuerda haber visto aquella película "El planeta de los simios", que a fin de cuentas, quizás eran más cuerdos que nosotros o recuerda como se le llamó a un estereotipo de jóvenes en el pasado cercano como "jóvenes idealistas"? yo sí, lo viví.
¿En que terminará en ésta ocasión o como se estabilizará próximamente nuestra sociedad chilena?, quisiera creer que aún queda algo de cordura, por lo menos en la mayoría.
José Manuel Caerols
Reforma sin cotización adicional
No hay que temer una reforma previsional sin un aumento de cotización. Si bien una actualización del porcentaje de cotización es imperioso, lo cierto es que una mala implementación de su recaudación y redistribución puede ser nefasto, y el inicio de una demagogia previsional.
el Gobierno debe centrarse en recuperar los más de 140 mil empleos perdidos producto del estallido social, y un impuesto al trabajo en la cotización adicional a cargo del empleador apunta en la dirección contraria.
La reforma de Bachelet en 2008 no tuvo aumento de cotización, y fue una muy buena reforma, por lo que en esta oportunidad se podría avanzar en temas como: bonos según años cotizados a cargo de impuestos generales, mayor beneficio tributario al APV de la clase media, mayor liquidez sobre fondos previsionales para quienes retrasen pensión o tengan importantes fondos, aumento de edad de pensión de las mujeres, potenciar el APV colectivo, etc.
Eduardo Jerez