Por décadas, en nuestro país se vienen impulsando iniciativas que han significado importantes avances en materia de educación escolar, con énfasis en cobertura y la calidad de la educación, que permiten entregar mayores oportunidades a niños y jóvenes provenientes del sector público.

El incremento de la cobertura, en el caso de la Enseñanza Superior, ha propiciado el alza de matrícula en Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP), aumentando los beneficios estatales a los estudiantes. Esto, como un reconocimiento al potencial de las carreras técnicas, cuya formación permite a los alumnos incorporar habilidades y conocimientos para acceder a interesantes oportunidades laborales, y una mayor rentabilidad si consideramos el tiempo académico invertido y una rápida inserción en el mundo del trabajo.

Sin embargo, la calidad de los aprendizajes en el aula durante Enseñanza Media sigue siendo un ámbito a trabajar, etapa en que los estudiantes requieren asimilar habilidades para enfrentan el futuro en la Educación Superior, teniendo también en cuenta la importancia de entregar mayores apoyos a docentes y directivos de los establecimientos.

En este sentido es necesario fortalecer el trabajo de iniciativas de carácter inclusivo, como programas Pace que existen en algunas casas de estudios y propedéuticos como en nuestro caso, donde buscamos que los estudiantes desarrollen competencias y habilidades necesarias para que se desenvuelvan en la Educación Superior.

A ello se suman, mecanismos de nivelación temprana, acompañamiento tutorial y ayudantías semestrales a cargo del programa Sistema de Apoyo a la Progresión, para que estos jóvenes una vez ingresados a nuestra institución puedan asegurar su permanencia exitosa en el sistema.

En el marco del Plan de Vinculación con la Educación Media, generamos otros esfuerzos que involucran a docentes y directivos de establecimientos con quienes compartimos seminarios de actualidad, planes de apoyo a la implementación curricular, cursos de perfeccionamiento, apoyo a la asignatura orientación, entre otros, como una contribución a la mejora de los procesos formativos de los estudiantes, buscando generar un mayor impacto posible

Rodrigo Ibáñez, vicerrector Inacap sede Osorno

Preocupante ha resultado el último balance de los despidos desde el 18 de octubre a la fecha. La Dirección del Trabajo ha informado que entre esa fecha y el 27 de diciembre de 2019 se han registrado 165.022 desvinculaciones en el país, invocando como causal el artículo 161, inciso 1 del Código del Trabajo, esto es, "por necesidades de la empresa".

Las necesidades de la empresa, establecimiento o servicio, como fundamento de término de la relación laboral, se basa en circunstancias de carácter técnico o bien de orden económico, como son el cambio en las condiciones del mercado, la racionalización o modernización, que hagan necesaria la separación de uno o más trabajadores. En los casos más graves, se trata de pequeñas empresas que fueron saqueadas o incendiadas, o que debido a los frecuentes ataques que las afectaron perdieron sus mercaderías, equipos o maquinarias, no pudieron cumplir con los pagos a su personal, proveedores, compromisos crediticios o tributarios.

La crisis social ha afectado a distintas empresas nacionales y no solo a las pequeñas y medianas. Las informaciones de prensa han dado a conocer los despidos ocurridos en Ripley, mientras ABCDin y Dijon han anunciado que iniciarán un proceso de reestructuración para lograr la viabilidad y así evitar la quiebra. Las multitiendas generaban miles de empleos de temporada a partir de noviembre, con el fin de hacer frente a la mayor demanda de Navidad, Año Nuevo y de verano.

Los efectos de esta crisis social en el empleo son notorios y los expertos ya señalan que a partir de este año Chile mostraría tasas de desocupación de dos dígitos. La economía venía creciendo, pero la situación que se vive por el temor y la incertidumbre, ha hecho retroceder los indicadores. De ahí que sea necesario recomponer el pacto social, dar respuesta a las demandas sociales, como también terminar con la violencia en las calles y los ataques a las fuentes generadoras de empleos, porque al final los más perjudicados son los trabajadores que han quedado cesantes.