Paola Rojas

Con un lleno total de la playa, el balneario de Centinela recibió a cientos de familias que fueron a pasar la calurosa jornada del primer día del año, pese a la intensa lluvia que cayó durante la mañana.

La playa aún no cuenta con la autorización de la Armada para recibir a los bañistas, pero el panorama era muy diferente al de igual fecha de años anteriores, ya que a las 16 horas era casi imposible encontrar un lugar donde tenderse, ni menos un estacionamiento para vehículos y muchas personas estaban dentro del agua.

Gran parte de los visitantes al lugar llegaron por todo el día, por lo que festejaron con asados que preparaban bajo los árboles y también muchos de ellos instalaron carpas para dormir una siesta después del almuerzo de Año Nuevo.

Comerciantes del lugar creen que este es un buen indicio para lo que se viene de la temporada, ya que aseguran que otros años esto no había ocurrido, ya sea por la lluvia o por otros factores. El fenómeno lo atribuyen a que las familias se inclinarán por llegar hasta un lugar de veraneo tranquilo, en busca de su seguridad por los últimos acontecimientos que han ocurrido en el país.

Finalmente salió el sol

María Lucrecia Guzmán tiene un puesto donde arrienda kayak y bicicletas acuáticas en la playa de Centinela y aseguró que lo que vio el día 1 de enero habla de que podría venirse una buena temporada de playas.

"Hoy (ayer) ha sido el primer día que ha estado muy bueno, porque los otros días no ha habido mucho movimiento. Yo arriendo bicicletas para cuatro personas y también kayak para dos, tres u cuatro y me ha estado yendo bien hoy", dijo María Lucrecia.

Agregó que durante la mañana de miércoles pensó que no habría día de playa, ya que cayó una intensa lluvia por varias horas, pero todo cambió por la tarde, cuando salió el sol y comenzó a hacer calor.

La comerciante lleva más de siete años con el arriendo de kayak y bicicletas acuáticas, por lo que sabe cómo han sido los anteriores feriados de Año Nuevo en el lugar, sobre los cuales dice que no han reportado muchos dividendos porque no llegó tanta gente.

"Este año está muy bueno, el año pasado llovió y los anteriores tampoco estuvieron buenos. Creo que esto sucede por todo lo que está pasando en el país, por eso la gente se está viniendo para acá porque es más tranquilo", sostuvo María Lucrecia Guzmán.

Buena temporada

Carlos Epuyao también tiene un puesto en Centinela, donde ofrece flotadores y los tradicionales baldes y juegos de playa para niños. Explicó que de los diez años que lleva trabajando en el lugar, este año está muy bien por el buen tiempo, por lo que se ha visto obligado a trabajar desde los primeros días de diciembre.

"Ha estado muy bueno el negocio, aquí no se nota la crisis, parece que se están viniendo todos para acá y ojalá siga todo así durante el verano. Creo que esto indica que se puede venir una muy buena temporada para la playa", manifestó el comerciante.

Turistas contentos

Edith González visitó por primera vez este 1 de enero la playa de Centinela. Pese a ser de Osorno, no había tenido la oportunidad de conocer este balneario, hasta ahora que su pareja la invitó a pasar el primer día del año.

"No conocía esta playa, es preciosa. Hace un rato se largó un aguacero y nos tuvimos que ir debajo de los árboles, pero ahora el sol está radiante. Es ideal para darse un día de relajo y da gusto venir cuando hay harta gente como ahora, porque eso significa que hay diversión", expresó.

Gonzalo Salas también llegó junto a una gran cantidad de familiares a pasar el feriado hasta el lago con todo; es decir carne, parrilla y carbón para el asado y así atender a sus padres y hermanos de Temuco.

"Llegamos porque ellos no conocen. Con mi señora y mis dos niños vivimos tres años en la zona y nunca habíamos pasado el Año Nuevo acá, por eso traje a mis papás y a mis dos hermanos y sus señoras, porque hay que celebrar en un lugar bonito como éste. Por suerte llegamos temprano, para dejar el auto y encontrar donde poner nuestra mesa y la parrilla", relató.

Amalia Yáñez de 9 años llegó después de almuerzo junto a sus papás desde Osorno y no encontraban un lugar donde estacionarse y luego también se le hizo difícil tender sus toallas e instalar su quitasol porque en todas partes estaba lleno de gente.

"Está muy llena esta playa, el año pasado vinimos pero no estaba así. Igual me gusta mucho venir al lago porque el agua no es salada y entro con mi papá y mi flotador", expresó la niña.

Su madre, Patricia Villegas comentó sobre la playa: "No pensamos que estaría tan llena, pero teníamos que traer a nuestra hija porque le gustan los lagos, además ir a la costa está más complicado por el camino, tal vez por eso que está tan repleto aquí, pero de todas maneras vale la pena", dijo.