De acuerdo a las estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), durante el año 2019 se registraron en el país 1.555 personas fallecidas en accidentes de tránsito, cifra que resulta preocupante, ya que ha ido en aumento los últimos años, si se considera que en 2018 murieron 1.507 y en 2017 hubo 1.483 víctimas.

De acuerdo con Johanna Vollrath, secretaria ejecutiva de Conaset, el aumento en las cifras responde a una alta cantidad de siniestros masivos que ocurrió en el año, con gran número de víctimas fatales, especialmente pasajeros de buses. También es muy probable que tras el estallido social de octubre, las policías fueron destinadas a la contingencia, lo que repercutió en que hubo menor fiscalización.

Es necesario considerar que se ha incrementado el número de conductores que lo hacen bajo la influencia del alcohol y las drogas. El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) ha dado a conocer que entre el 18 de abril y el 30 de noviembre pasado, se realizaron 2.405 controles con el narcotest, en los cuales 533 conductores dieron positivo, lo que representa un 22,1%.

El tema de las muertes y lesiones en las calles y carreteras es complejo, considerando el explosivo aumento del parque automotor. De allí que las tragedias viales son la tercera causa de muerte en Chile, cifras que obviamente hay que tratar de reducir con medidas preventivas. Los estudios indican que más del 90% de los accidentes ocurren por imprudencias o fallas humanas, lo que nos hace los primeros responsables para mantener la seguridad vial.

Los usuarios más vulnerables siguen siendo los niños, los adultos mayores, los peatones y los ciclistas, quienes suelen sufrir los peores efectos de los accidentes. Chile se ha destacado en los últimos años con campañas como las de Tolerancia Cero Alcohol y la Ley Emilia, que buscan erradicar conductas altamente riesgosas al conducir, como manejar después de haber bebido o consumido drogas. Sin embargo, sigue siendo de real importancia que todos quienes de una u otra manera intervienen en el sistema vial, asuman con responsabilidad la conducción y su comportamiento en el tránsito, en general.

Hace unas semanas, el gobierno argentino dispuso un impuesto del 30% a las compras en moneda extranjera. Noticia que al menos a nuestra Cámara de Comercio e Industrias, Servicios y Turismo de Osorno nos parece lamentable. La medida afectará directamente al "turismo de compras" que percibe nuestra región y particularmente la provincia con la llegada de los turistas trasandinos.

A la crisis social, política y económica que afecta a Argentina, se suma el estallido social en Chile, que ha provocado un sentimiento de inseguridad en nuestros vecinos, razón por la cual su paso por nuestro país es cada vez menor. De hecho, durante el año 2018 ingresaron por el paso Cardenal Samoré 253.416 personas y salieron 256.074, mientras que hasta diciembre del 2019 han entrado 138.072 personas y salido 139.758. Es decir, la cantidad de argentinos que han transitado por el paso fronterizo ha disminuido hasta la fecha un 45,5%, comparado con el 2018.

El futuro del turismo transandino en la provincia podría verse afectado por el nuevo escenario, lo que preocupa por supuesto al rubro del comercio, hotelero y gastronómico.

Una buena instancia para generar oportunidades de desarrollo comercial, trabajo colaborativo entre los dos países, es el Comité Binacional de Turismo Chile - Argentina, conformado hace poco más de un año, en el que nuestra Cámara tiene un rol activo, donde algunos de los resultados y conclusiones de este Comité han estado centrados en fomentar con la misma fuerza el turismo de extranjeros como el turismo interno. Todos sabemos que nuestros vecinos argentinos son grandes promotores de su país como destino, y es en este punto donde hoy vemos una gran oportunidad para el desarrollo del turismo de nuestra provincia, región y país.

Incentivar al viajero nacional, con promociones, ofertas y atenciones especiales nos permitirá no sólo reconocer nuestro territorio tan lleno de maravillas, sino que, además, ser los mejores embajadores de nuestro país. El trabajo que nos concierne ahora es reunir al mundo público con el privado y la academia, para encontrar la oportunidad de reactivar la economía, que en esta época se nutre del turismo, que es el segundo sector productivo de la provincia.

Beatriz Keim Gerente de la Cámara de Comercio e Industrias