Por años, el sistema de salud previsional administrado por las Isapres ha mantenido una postura discriminatoria en los planes que ofrece a las mujeres, respecto de los que presenta para los hombres, lo que se ha traducido en que estos programas son más caros para las afiliadas, argumentando altos costos de la cobertura para aquellas en edad fértil, debido a los embarazos.
Pero hace unos días los ministros de Salud, Jaime Mañalich, y de la Mujer y Equidad Género, Isabel Plá, anunciaron que las mujeres pagarán por su plan de salud lo mismo que los hombres, dando término a las desigualdades y la discriminación por género en el sistema Isapre. Esta medida regirá a contar del 1 de abril del 2020 y se aplicará en el marco de las atribuciones que la ley permite a la Superintendencia de Salud para que, a través de una simplificación de las tablas de factores (indicador que se utiliza para calcular el precio de un plan de salud), genere solidaridad entre hombres y mujeres.
Una circular reciente de la Superintendencia ya había estipulado que las Isapres no podrán comercializar o subscribir planes con cobertura reducida de parto para los nuevos contratos, aunque no tiene efecto retroactivo respecto de los ya existentes. La iniciativa pone fin a las discriminaciones contra las mujeres, basada en el costo de la maternidad. Actualmente los planes de salud de las Isapres tienen más de 72 factores, como la edad del afiliado, el género o si es o no carga, pero bajarán a 7, sin diferencia de género.
Diversos condicionantes han llevado a las mujeres jóvenes a asumir la jefatura de la familia en las últimas décadas. Es cierto que la mujer ha ganado espacios, pero la cancha sigue desigual y sufren discriminación en el acceso a determinados cargos o en las coberturas de salud. Si el embarazo es el origen de esa discriminación en salud, hay que tener en cuenta que la maternidad conlleva necesariamente una paternidad con la que deben compartirse las responsabilidades. De ahí que es importante bajar las barreras para la maternidad, especialmente a través de la disminución de los costos al tomar la decisión de tener un hijo.