Para el constituyente, el rol de la persona humana en una sociedad libre e igualitaria no es cuestión menor y, por esa razón, en sus primeras líneas escribe una potente declaración de un profundo contenido dogmático, axiológico y filosófico.
El artículo 1° inc. 1° de la Constitución declara que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Mediante esta declaración, la constitución se ampara o apoya en una concepción filosófica que reconoce en la persona a un ser único, cuya dignidad procede de su calidad de ser consciente, racional y dotado de voluntad y afectividad. Es una concepción humanista que pone su acento en la persona como principal preocupación del Estado, quien está a su servicio. Pero al mismo tiempo, es una concepción ius-naturalista, desde el momento en que entiende en que no es el Estado ni tampoco el poder constituyente originario los que hacen que las personas sean libres e iguales, pues nacemos con estos atributos. Es decir, el ser humano por su propia naturaleza es libre e igual y tiene tales cualidades porque es anterior y superior al Estado y por ello mismo "es el Estado el que está al servicio de la persona humana" y no al revés.
La dignidad, por su parte, es el respeto que merece todo ser humano por su calidad de tal, lo que impide que sea violentado física o mentalmente, y discriminado. La persona, por su propia dignidad, es un depósito de valores, donde destaca entre ellos la libertad e igualdad.
Esta concepción de la persona en la norma suprema, a nuestro juicio, no debería ser objeto de ninguna modificación sustancial, por cuanto la dignidad es inherente a la condición humana. Es la razón última que, a lo menos en teoría, prohíbe los abusos de poder, en cualquier forma y por cualquier medio, de alguna autoridad pública o privada hacia algún habitante de la comunidad. Es el motivo por el cual los jueces tienen un rol fundamental al momento de aplicar e interpretar la ley, procurando un razonamiento incondicionalmente tuitivo de la dignidad del hombre y sancionando, cuando corresponda, a quienes la vulneren, sea por acción u omisión.
El Colegio de Abogados de la provincia de Osorno está propiciando una serie de debates interactivos con la comunidad, relativos a los diálogos constitucionales, por lo cual invita a quienes tienen interés por discutir y consensuar conceptos e ideas acerca del tipo de sociedad que queremos en Chile.
José Manuel Baquedano González Presidente del Colegio Abogados de Osorno