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Incendio sin control en la plaza

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Tras los grandes incendios de principio de siglo en Chile se creó un reglamento que exigía que los muros exteriores de los edificios fueran de material sólido para evitar la propagación del fuego. Tal es el caso del edificio del centro que se incendió la noche del martes, que responde a esta tipología.

Su sistema constructivo permite controlar el fuego originado desde afuera, más no el que se origina adentro. El tipo de construcción y el material combustible presente lo convirtieron en una caja de calor.

Los muros exteriores encerraron el calor, concentrándolo; las ventanas y aperturas hacia Ramírez hicieron de toberas, generando tiraje; y todo el material combustible como papeles, computadores, ropa y plástico, además de madera seca, permitió lograr una tremenda temperatura, tal y como una combustión lenta mantiene un núcleo radiante, siendo su única vía de escape hacia arriba.

Ahora, ¿porqué prendió el edificio Kauak?. Por la exposición prolongada y continua al calor radiante.

El fuego se produce espontáneamente al llegar a cierta temperatura. Por ejemplo, el papel enciende a 600° C y no es necesario que esté expuesto a flama directa.

Como en el edificio Kauak hay barandas de madera, al estar expuestas al calor prendieron fuego espontáneamente. Lo mismo ocurrió hacia el interior de los departamentos. Al no poder evacuar el calor, se comenzó a acumular en los materiales hasta que prendieron en llamas. El alcance limitado del pistón de bomberos impidió controlar la combustión en pisos superiores.

Hoy los estándares son distintos y se exige cortafuegos en muros y pisos, para que no ocurra lo que vimos el martes. Es de vital importancia confiar en la regulación y profesionales.

Stefan Heitmann, arquitecto y miembro de la directiva de la AAO