Frente al actual y convulsionado contexto surgen una serie de reivindicaciones sociales asociadas principalmente a las desigualdades que cada vez más se agudizan en nuestro país. Sin embargo, como en otras ocasiones (las demandas de salud y educación), la problemática sigue centrando la mirada en la dimensión sectorial, dejando relegado aspectos relacionados con el desarrollo regional y las desigualdades territoriales: "no da lo mismo donde se nace o donde se vive".
No obstante, las cabeceras provinciales y locales se han transformado en activos espacios de manifestación y no deja de ser relevante el significativo número de personas que ha salido a las calles de la ciudad de Osorno, donde diversos actores y ciudadanos han manifestado su descontento y la necesidad de que su voz sea escuchada.
Junto con lo anterior, han adquirido relevancia central las instancias barriales y territoriales, donde se han propiciado espacios de encuentro y canalización de demandas ciudadanas. Si ello logra ser encauzado y escuchado por las autoridades locales y regionales, permitirá ir reconociendo las actuales características y necesidades a las que se enfrentan en su cotidianidad los habitantes de las regiones.
Es central que los académicos de las universidades públicas y regionales asuman un rol de alianza con las organizaciones sociales, de manera de colaborar con el estudio y la visibilización de las desigualdades radicadas en aspectos propios de la geografía, y, además, generar canales entre éstas y la siempre compleja relación entre el centro político y las regiones. Lo anterior, puesto que el discurso nacional tiende a pasar por alto los aspectos centrales de la vida cotidiana de las personas que viven en zonas rurales, en la periferia de cabeceras regionales y provinciales con escaso acceso a los servicios del Estado.
Ello es un elemento clave, no sólo desde la perspectiva de la necesidad de cubrir el reclamo de una mayor justicia social, sino también de la creación de condiciones para que todos los chilenos, independiente del espacio donde se habite, se sientan parte de un país que les acoge y les protege. Es necesario fomentar ese sentimiento común, respetando las identidades particulares y garantizar la justicia social.
Daniella Gac, directora académica sede Santiago e Investigadora del Ceder de la Universidad de Los Lagos