Familia acusa negligencia médica en muerte de una niña de 5 años
DECESO. Pía Canío Jara fue diagnosticada en primera instancia con faringitis aguda, pero falleció en pabellón con un diagnóstico de influenza tipo B
A siete días de la muerte del voluntario honorario de la Quinta Compañía de Bomberos de Osorno, Marcelo López Cheuquián, cuya partida generó una auditoria en el Hospital Base San José por una serie de irregularidades en la atención recibida y diagnósticos errados, el recinto asistencial enfrenta una nueva denuncia por negligencia médica.
Esta vez la víctima es la menor de 5 años de edad, Pía Canío Huerta, cuyos padres y familiares despidieron sus restos el sábado recién pasado tras fallecer en el pabellón el jueves 10 de octubre por una miocarditis por influenza tipo B.
La alumna de prekínder de The Misión College, presentó el pasado 3 de octubre una temperatura de 39,5 grados, por lo que su madre Paulina Huerta (22 años) la llevó al Sapu de Rahue Bajo, donde le diagnosticaron una faringitis aguda y la enviaron con reposo por tres días.
"Mi hija no bajó su temperatura, por lo que el martes (8) la llevé a la urgencia al hospital, le hicieron una serie de exámenes y no tuve un diagnóstico claro. Le dieron el alta y para la casa y mantenían que era faringitis. Yo la vi que estaba muy decaída y presentía que algo más grave le estaba pasando", recordó la joven mamá.
Del cesfam al hospital
La menor siguió presentando problemas, le costaba caminar y se quejaba de dolores musculares, por lo que su madre la llevó el miércoles al Cesfam de Quinto Centenario.
En el centro asistencial la profesional que la examinó detectó complicaciones en su salud y que la eventual faringitis no sería la causa de su delicado estado, por lo que la envió de urgencia al hospital Base.
"Tras ver mal a mi hija, la doctora del Cesfam la envió al hospital donde le hicieron diversos exámenes. Después de las 18 horas me confirman que era una influenza tipo B y que era necesario internarla para estabilizarla, ya que su condición era muy delicada. Ella presentó taquicardia, luego la pasaron a la UCI Pediátrica, donde se me indicó que debían ingresarla a pabellón porque había que poner un catéter para suministrar los medicamentos para estabilizarla", detalló Paulina, quien añadió que no había cupo en pabellón debido a que habían más urgencias.
"Pasé la noche del miércoles en el hospital y el jueves me vine a la casa. Cerca de las 9 de la mañana me llamaron porque necesitaban una autorización para pabellón. Mi hija ingresó y pasadas las 10 de la mañana salió una doctora y me dice que había fallecido por un paro", indicó la joven quien ayer estaba acompañada de su madre Aurora Jara.
Negligencia
"No quiero que a nadie más le pase lo mismo que me ocurrió. Sé que será una batalla dura contra el hospital para aclarar lo que pasó con mi hija, pero le digo a las mamitas que exijan exámenes y que los médicos no sean tan arrogantes con lo que estudiaron y no se dejen llevar sólo por la ciencia, que también escuchen a los papás. Uno como madre conoce a sus hijos. Mi hija era especial y no se merecía morir", expresó Paulina.
Desde la Dirección del Hospital Base San José indicaron que "como parte del protocolo de salud, todo fallecimiento de paciente menor de 15 años se realiza una auditoría. Sobre este caso, actualmente está en investigación y una vez que culmine el proceso se podrá dar una opinión o declaración al respecto", acotaron.
Sin embargo, tras la muerte de Pía, su prima de 11 años presentó síntomas similares y fue traslada al hospital el sábado, donde se le diagnosticó un simple resfrío. Frente a ello la abuela de la menor informó que venía del funeral de su nieta por influenza y exigió exámenes, lo que sorprendió a la doctora.
"Los resultados arrojaron que mi nieta tenía el mismo diagnóstico de Pía, una influenza y que debía quedar hospitalizada para su tratamiento. Si no pido los exámenes la envían a la casa y podríamos estar lamentando otra muerte. Todos se merecen una buena atención", dijo Aurora Jara, abuela de las menores .