Luego de compartir muchos momentos juntos y de imaginar la vida "perfecta" junto a ella o él, han decidido "vivir juntos o juntas", para disfrutar en pareja del día a día. La convivencia se cree que los mantendrá más unidos. Tras tomar esta gran decisión, se podrá observar si realmente la relación va por buen camino o si aún no están lo suficientemente preparados para la convivencia.
Construir una vida en pareja no es fácil, especialmente cuando pensamos que todo será "perfecto" e idealizamos la relación. Mi experiencia personal y profesional me ha demostrado que no es así. No existen las "parejas perfectas", existen las personas imperfectas esforzándose para construir una relación saludable y duradera. Y desde ahí escribiré.
No existen tampoco las recetas para ser felices, cada pareja organiza una vida que les permita ser felices, con sus propias reglas y códigos, sin embargo, se deben construir relaciones saludables y para ello es indispensable que se valore a la otra persona, que se entienda que esa otra persona es libre, que vivir en pareja no es doblegarse a las decisiones del otra, sino llegar al consenso de que nos hace felices a los dos.
Puede que la convivencia juntos sea maravillosa desde un primer momento, porque cuando se está enamorado los pequeños defectos parecen no existir, pero conforme van pasando los días, van apareciendo las primeras imperfecciones que quizás antes no se veían. El idealizar la relación es un error, porque en la convivencia diaria se aprende a ceder espacios también, "el vivir juntos" implica que necesariamente deben negociar compartir una cama, baño y espacios comunes, y no siempre es fácil, pero se puede y en cierto modo depende de uno mismo y del esfuerzo que le coloquemos.
Las construcciones sociales de la actualidad han cambiado los roles o más bien dicho han mostrado que los roles pueden ser compartidos y no exclusivos de uno o del otro, además ha aumentado la creencia de que las relaciones son desechables, por lo tanto, se observan parejas con pocas intenciones de esforzarse en mantener esta unión. Es por eso que es importante remarcar el concepto de "generosidad", entendida como dar y ofrecer sin esperar nada a cambio de la otra persona. La base de la convivencia es saber compartir y aprender a ser flexible en determinadas situaciones. Vivir en pareja no significa que deje de hacer cosas por sí solo, significa saber compartir y saber dividir el tiempo.
Claudia Figueroa, directora carreras Áreas Ciencias Sociales Servicio Social y Técnico en Servicio Social, de Santo Tomás Osorno