En marzo del año 2017, la diputada comunista Camila Vallejo presentó una iniciativa que pretende reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas, lo que por estos días genera un importante debate a nivel nacional. Pero ya sea esta iniciativa o cualquier otra que pretenda disminuir las horas laborales, va a perjudicar nuestra economía y con ello a los propios trabajadores a quienes se pretende beneficiar.
Consideramos que estas iniciativas son inoportunas debido a que proponen dinámicas que a nuestro parecer no reflejan la situación actual que se está viviendo a nivel global y nacional. Es decir, no podemos hoy en día pensar en menos horas de trabajo, considerando que el primer trimestre de este año el país disminuyó su productividad, siendo calificado como uno de los países con menor índice productivo de la OCDE.
Por otra parte, las principales potencias del mundo, China y Estados Unidos, están viviendo una guerra comercial que afecta directamente a nuestra economía. En julio de este año, los envíos de cobre cayeron en un 10%, llevando a nuestra economía a su primer déficit comercial en nueve meses y a una baja en las exportaciones de un 4,6%, comparado con igual mes del año pasado.
Si continuamos analizando el escenario actual, encontramos aún más argumentos que nos llevan a pensar que la reducción de la jornada laboral puede ser contraproducente para toda nuestra sociedad. Aun cuando entendemos que es una solicitud legítima y que se podría analizar más adelante, en un contexto de un país con mayor avance hacia el desarrollo.
Por otro lado, vemos un evidente aumento de la migración -1,2 millones de extranjeros ingresaron a Chile al 31 de diciembre de 2018-, lo que implica generar un mayor número de empleos en el país, situación que es preocupante si consideramos que ha aumentado la cesantía.
Por último, una temática que está tomando cada vez más fuerza en la sociedad actual y futura es la automatización e inteligencia artificial, una revolución digital que si bien es cierto genera un importante desarrollo comercial e industrial, también pone en riesgo el capital humano, reemplazando la mano de obra por tecnología. Es por ello que mientras el Gobierno puso urgencia a su proyecto y se abrió a la posibilidad de fusionar ambas iniciativas, como Cámara de Comercio somos categóricos: no es el momento para reducir la jornada laboral en Chile.
Juan Horacio Carrasco, presidente de la Cámara de
Comercio e Industrias, Servicios y Turismo de Osorno