Correo
Abusos en Osorno
El 18 de enero de 2018 el Papa Francisco abandonó Chile tras su fracasada visita como Pontífice, donde la palabra "encubrimiento institucional" pasó a tomar más fuerza que la de "caso de abuso" dentro de nuestra Iglesia, instalándose la cultura del abuso, el poder y el encubrimiento sistemático.
Osorno no está lejos de esto. Conocido es el caso de Juan Manuel Leturia SJ., llamado con cariño "el lorito", el "cura choro", que recibió denuncias ante la fiscalía por abusos. Luego de que se revelaran las indagaciones contra el "lorito", hubo notas informativas sobre el caso, incluso una de ellas del mismo Renato Poblete, quien señala que a Juan Manuel Leturia se le había marginado del trabajo con jóvenes "porque se habían recibido denuncias de forma reiterada" (El mercurio, 28 de septiembre de 2005). ¿Desde cuándo la Compañía de Jesús recibe quejas y éstas no prosperan en base a sus negligentes encubrimientos?.
Acá en Osorno, y en el colegio (San Mateo), donde el "lorito" fue director, aún hay encubridores (sean o hayan sido obligados o no a guardar silencio sobre este caso), unos están por jubilar y otros ya están retirados. Ellos, al igual que todos los provinciales jesuitas en Chile, han sido encubridores, delincuentes, canallas e inhumanos con el dolor ajeno. ¿De cuántos otros encubrimientos han sido capaces?
Eduardo Barahona Kompatzki
Contaminación del aireHoy en día estamos viviendo las consecuencias de la contaminación en nuestra ciudad, ya que estamos en invierno. Debido a las bajas temperaturas, la gente comienza a prender sus estufas y utilizan leña húmeda.
Debemos utilizar estufas a pellet para no contaminar más de lo que ya está, porque nos estamos dañando a nosotros mismos, sin darnos cuenta de ello.
No debemos entregarle un mundo tan contaminado a las próximas generaciones. No podemos seguir siendo la segunda ciudad más contaminada de Sudamérica, es un riesgo para los habitantes de Osorno, ya que hay probabilidades de contraer una enfermedad a los pulmones.
Espero que esto haga un llamado a la comunidad para que tome conciencia de lo que estamos causando a nuestro planeta.
Eloísa Amthauer
Pro familia
La farsa de la pro familia, que pregonan algunos paladines de derecha, son los mismos de su sector político que implementan la economía de libre mercado del neo liberalismo económico. Después de una agotadora semana laboral de lunes a sábado, destruyeron lo poco y nada que quedaba al interior del núcleo del hogar, la convivencia y el encuentro familiar de los días domingo, como era la costumbre en las familias de Chile.
Porque si fuera por los defensores de este becerro de oro de nuestra era, inventarían más días de la semana y horas del día para así aumentar los días y horas de trabajo, en pos de incrementar su capital y fortuna, en desmedro del trabajador que más encima, al final de su periodo productivo, se pensiona con una jubilación de hambre que ni si quiera le alcanza para los gastos médicos y los remedios que se requieren para enfrentar las enfermedades propias de la vejez y otros gastos adicionales importantes para sobrellevar los últimos días de su vida.
Carlos Angulo Benavides
Salvar al planeta
El planeta está muy contaminado, pero no es tarde. Quien recicle la basura o que recoja basura del piso, está realizando un aporte al planeta. Las personas adultas no deben pensar que ya pasó su vida y que eso no les afecta, pues este es el planeta que entregarán a sus descendientes o próximas generaciones, por lo que deberían motivarse a ayudar.
Los adultos no vivirán las consecuencias del cambio climático, sino que seremos las siguientes generaciones. No podemos permitir que se sigan contaminando los mares.
Laura von Malapert
Mala iluminación en Osorno La oscuridad en la que funcionó por casi una semana la calle Temuco, en Rahue Bajo, demuestra que hay diversos sectores de Osorno que carecen de buena iluminación, más allá del alumbrado público reglamentario.
Un tramo de esa vía tiene una ubicación especial, ya que está cerca del río Rahue, donde reina la penumbra. Y también hay un sitio extenso que no tiene luces. Sólo basta caminar o pasar en vehículo por ese punto de la ciudad para notar que la visibilidad es mala. Se siente inseguro y los residentes no merecen vivir así. Es un barrio tradicional de Osorno, que merece respeto.
El municipio debería preocuparse de instalar más luminarias en todos los puntos críticos de la ciudad, focos especiales en los barrios alejados y no sólo en las avenidas con paisajismo del sector oriente.
Miguel Bernales