Lluvia y puente Cancura
Al colapsar el puente Cancura el 23 de junio de 2018, el déficit de agua caída o hídrico bordeaba el 25%. Rápidamente se establecieron medidas para la recuperación del tránsito a fines de este mismo año, lo que no ha sido posible.
De forma inesperada, en los últimos meses el déficit hídrico se ha reducido a 5%. O sea, en dos meses ha llovido un 20% aproximado más que en un año normal. Hoy apreciamos a simple vista que nuestros lagos Rupanco y Llanquihue están en un alto nivel de agua. Lo mismo sucede con la nieve y el agua recogida en las hoyas hidrográficas. Entonces los ríos como el Maullín, el Damas, el Rahue, el Forrahue y el Pilmaiquén traen más agua, altos volúmenes y caudales, con cotas más altas comparables con el promedio histórico de años normales.
Estas cotas más altas han atrasado los trabajos de reconstrucción del puente Cancura. Es interesante constatar cómo éste hecho no es reconocido o entendido por parlamentarios y otras autoridades de oposición de nuestra propia región.
En éste momento no podemos anticipar el comportamiento de la pluviometría. Se nos habla de una condición climática de El Niño, lo que significa cierto exceso de lluvias. Esto se constituye en una advertencia o luz de alerta respecto del eventual comportamiento de todos los lagos y ríos y algún impacto distinto sobre obras, como puentes y caminos.
Recordemos que el 16 de diciembre del año pasado se produjo la avalancha en Santa Lucía, en la comuna de Chaitén, provincia de Palena. Además de la pluviometría, unido se presenta un aumento de las temperaturas en nuestras regiones.
En lo específico, en el lugar del puente Cancura donde debían hacerse los trabajos tenemos el área con agua y corriente muy superior a lo normal. Alargar el puente sale mucho más caro y tardío que esperar al río.
Entretanto, seguirá la lluvia y la lluvia de críticas políticas acomodadas a una condición excepcional muy escasa, pero que en este momento soportamos.
Carlos Ignacio Kuschel
PSU y discriminación
El objetivo de esta carta es que se elimine el método de admisión para la gente que quiere ingresar a la universidad, ya que la Prueba de Selección Universitaria (PSU) no les favorece a todos. En primer lugar, cuando se rinde la PSU hay probabilidad de que te vaya bien o, de lo contrario, tienes que esperar un año para volver la a realizarla.
En segundo lugar, esta prueba es la única forma de acceder a las profesiones y, además, te pone límites de puntaje para postular a la diversidad de carreras y universidades. Más aún, la PSU es un mecanismo segregador, que no predice el rendimiento de los estudiantes.
Por otra parte, es una forma de discriminar, puesto que funciona como filtro: al momento de rendirla, sólo algunos tienen posibilidad de acceder a la carrera que desean. Además, es un instrumento que por medir conocimientos, deja fuera a estudiantes de bajos recursos o que provienen de colegios o liceos académicamente malos.
Adicionalmente, la educación no es gratuita, por ende, muy pocos logran entrar a la universidad.
Sebastián Urzúa y Ricardo Gimpel, alumnos de sexto básico del Colegio San Mateo
Pensiones y vejez digna
¿Cuánto se puede esperar? De acuerdo a las estimaciones de aumento en las pensiones que traerá la nueva Reforma Previsional, cada mes que demoramos en tramitar la ley, un jubilado pierde cerca de $26.000, es decir, en un año perderíamos cerca de $312.000 por pensionado.
Y tal como mencionó el diputado Gabriel Silber (DC), los períodos de tramitación hay que tomarlos con cautela, siempre considerando que mientras más tiempo se tomen en legislar, más ancianos vivirán el tiempo que les queda esperando una vejez digna.
Juan Francisco Rosales
Presupuesto y educación
Estamos a final de año y con mucho orgullo podemos decir que Chile aprobó el curso en políticas educativas. Para 2019, 1 de cada 5 pesos del presupuesto nacional se invertirá en educación, y aunque los recursos nunca son suficientes, sin duda equiparará la cancha desde los primeros años de vida.
En un año se ingresó la ley de Kinder obligatorio, Sala Cuna Universal y Educación Parvularia. Además, se aprobó Aula Segura, que resguardará a la comunidad escolar de la violencia que los ha aquejado por años.
Y por si fuese poco, se creó el nuevo Sistema de Financiamiento Solidario de Educación Superior, que pone fin al CAE y establece la gratuidad en la educación técnico profesional para el 60% de los jóvenes de menores ingresos. Se diversificaron los recursos y ahora realmente podemos decir con convicción que Chile tiene y seguirá construyendo mejores políticas educativas para todos.
Verónica Santiago Burgos