A los padres se les culpa, pero... no se les enseña
Innovación, asociatividad y técnicas de promoción serán los elementos clave para que el rubro local mantenga su crecimiento. "No hay una escuela para padres que enseñe cómo conseguir mejores resultados"
El título de esta columna ha sido tomado de un libro del Dr. Thomas Gordon, un psicólogo que dedicó gran parte de su vida a "educar a los papás" en el proceso de criar a sus hijos, y con ello, aumentar las probabilidades de tener éxito en esta labor. Una pregunta que surge de la lectura, es: ¿cuántas personas se han cuestionado si tienen vocación de padres?
La respuesta no es fácil, por cuanto de existir una "vocación para ser padres", ésta sería la más difícil de todas, porque nadie enseña a estas personas a ser padres, en función de lo cual corren el riesgo de ser muy autoritarios o bien, muy indulgentes en la educación de sus hijos, siendo muy pocos los padres que se dan cuenta que existen otras vías que permiten evitar más de un problema. Problemas tales como: rebeldía, delincuencia, mentiras, agresión, ingesta de drogas y alcohol. E incluso tragedias, cuando los hijos toman la decisión de quitarse la vida, porque ya no pueden soportar más la convivencia familiar, donde prima el rechazo, la violencia y el abandono.
Lo cierto es que se tiende a culpar a los padres por los problemas que los jóvenes causan a la sociedad. Es así que los expertos en salud mental -psicólogos y psiquiatras- se quejan de que todo lo negativo que sucede con los hijos es culpa de los padres. Esto, luego de analizar las estadísticas de menores que presentan serios problemas emocionales que los terminan por convertir en una suerte de "chicos fracasados", víctimas de las drogas, la delincuencia y el embarazo precoz.
Líderes políticos, policías y tribunales de justicia, por su parte, culpan a los padres de estar criando a una generación de jóvenes rebeldes, irrespetuosos, violentos y antisociales. Y cuando estos jóvenes fracasan y desertan en las escuelas -convirtiéndose en chicos vagos y delincuentes-, los profesores y directores de los colegios aseguran que los padres tienen la culpa del resultado y que ellos son los principales responsables de aquello en que se han convertido sus hijos.
Sin embargo, el Dr. Gordon hace notar que nadie les enseña a ser padres. Tampoco existe alguna institución, organismo o universidad que haga algún esfuerzo por auxiliarlos en la difícil tarea de criar a los hijos. En estricto rigor, no hay una "escuela para padres" que enseñe cómo conseguir mejores resultados o cómo podrían ellos saber qué es lo que están haciendo mal en el proceso de crianza. Echarle la "culpa" a los padres por todos los males que causan sus hijos resulta ser una visión muy estrecha y parcial de la realidad.
Franco Lotito C., académico,
escritor e investigador