Licitación de hospitales
Entre los yerros de la administración de salud del gobierno pasado, están los desaguisados de las licitaciones de hospitales, donde por cierto creo firmemente existió, además, corrupción. Con relación al Hospital de Río Negro, le escribo esta carta más como ciudadano que abogado, puesto que no se necesitaba ser pitoniso para saber qué iba a pasar. Lo señalé en entrevista a su diario, y hoy quiero o más bien necesito que se haga escarnio público a quienes licitaron y defendieron la licitación paralela de los hospitales de Puerto Octay y Río Negro.
Existe una demanda en el Tribunal de Libre Competencia en Santiago respecto de estos dos hospitales, a los cuales todo ciudadano puede ingresar sin problemas y leer el cúmulo de presentaciones existentes. El hilo conductor de nuestra demanda en contra del Servicio de Salud de Osorno es que la pauta evaluativa es pésima y negligente, y lo sucedido es incluso prevaricador, y anunciamos que para que un "no apitutado" con la pauta debía sacrificar tanto precio e ir bajo costo como única posibilidad de adjudicarse los contratos, y así sucedió.
Titanium, su fracaso, es el fracaso de funcionarios ineptos y negligentes, total, pagamos todos con nuestros impuestos estas chambonadas. El tiempo, como siempre, da la razón y la victoria a aquellas batallas que se libran contra quienes imponen sus insolencias al razonamiento, hombres (y mujeres, hay que agregar ahora) indignos de llamarse funcionarios públicos que dilapidan el erario público y que en concreto ahora, juegan con la salud y vida de las personas.
Una vergüenza lo sucedido en el Servicio de Salud de Osorno, roguemos para que no se repita y se escuche a quienes sabemos.
Mauricio Zúñiga Barrientos, abogado litigante
Violencia de los hombres
En la columna de ayer en El Austral de Osorno (titulada "Mi amor, no me pegues"), Vivian Arend señala: "Descendiendo de Caín, el hombre es naturalmente agresivo (…)", para luego señalar que "(…) lo más probable es que esta peligrosa actitud responda, entre otros factores, a la educación".
Creo que Arend debería repensar las consecuencias teóricas de su columna desde la diferencia entre sexo y género. El sexo es aquello determinado biológicamente por los órganos sexuales y hormonas en la especie, es decir, macho o hembra. Por su parte, el género es un constructo humano, cultural, sociológico y psicológico como lo son el de hombre o el de mujer. El género, al ser un constructo, permite la posibilidad de su deconstrucción a través de procesos culturales y políticos como lo es la educación.
Si Arend asume, como lo hace en la primera parte de su columna, que el hombre es violento por naturaleza, no deja espacio para el cambio, pues lo que es por naturaleza se opone, en la posibilidad del cambio, a lo que es construido culturalmente. De esta forma, para eliminar la violencia en el hombre habría que eliminar a todos los hombres. Por lo tanto, o bien el hombre es violento por naturaleza y eso no puede cambiar, o bien se ha convertido en tal en el devenir de los procesos históricos y culturales, y sí podemos hacer algo al respecto.
La posibilidad de perspectiva que nos da la diferencia de sexo y género es una que la señora Arend parece omitir y que desde luego sería bueno considerar.
César Gómez Rodríguez
Ropero osornino
El efecto positivo que generó en redes sociales y en la comunidad osornina la iniciativa solidaria y fraterna de dos ciudadanas, sin duda es algo que nos devuelve la esperanza de esta ciudadanía libre y organizada, a través de la unión de voluntades poner de pie la solidaridad tan escasa en una sociedad individualista.
Se trata de un ropero en la plaza de Armas para que quien necesite abrigarse, vaya y tome la ropa que desee. Pequeños gestos voluntarios como estos nos invitan a ser ciudadanos activos, comprometidos con colaborar desde donde podamos, capaces de ir más allá, sin esperar que alguna estructura institucional tenga que moverse.
¿Se dan cuenta la importancia de la acción cívica?, qué mejor que verla con hechos concretos, no nos quedemos mirando desde la galería, bajemos a la cancha, juntémonos en la plaza cívica y llevemos más ideas en pos del bien general.
Eduardo Leiva Zumelzu
Abusos en la Iglesia Católica
El Papa vino a generar unidad, diálogo y paz para el país y los católicos. En su peregrinación en enero, con honor y vergüenza pidió perdón a los ofendidos por el comportamiento de curas. Hoy, los niños y ofendidos pueden hablar de lo que hicieron con sus vidas. Aunque duela, la verdad no hay que ocultarla, y sancionar a los responsables enviándolos a la cárcel.
Nuestra Iglesia sigue triste y desunida en Osorno y Chile. Con fe queremos nuevamente un pueblo religioso unido y abrazarnos con nuestros hermanos en este año de la misericordia.
Job Dumenes Vargas