Subsidio del agua
El subsidio al pago del consumo de agua potable y servicio de alcantarillado es un beneficio que el Estado otorga por un consumo de 15 mt.3, donde el beneficiado debe pagar solo la diferencia de sus consumos señalados en las respectivas boletas. Esta información está elaborada de acuerdo a la Ley de subsidios N° 18.778 y su reglamento D.S: N° 195 de 1998 del Ministerio de Hacienda. El pago es otorgado y administrado íntegramente por las respectivas municipalidades.
En relación a este tema, existen reclamos en la Municipalidad de Osorno por la demora en la renovación presentada en marzo de este año y la respuesta dada es que deben esperar tres a cuatro meses y a veces hasta un año, lo que es molesto. Además, se da a conocer que actualmente han aumentado los cupos por la difusión a las personas que ignoraban este sistema de desarrollo social, por lo cual me alegro que a otras se les considere, pero no se les debe quitar este beneficio a los ya otorgados.
Se han entregado 9.751 cupos, siendo aceptados 9.664, correspondiente a un 98%. El subsidio tiene una duración de tres años y se debe renovar por un período legal igual, mientras se reúnan los requisitos exigidos, el cual será eliminado sólo por cambio de residencia fuera de la comuna, previo aviso con 30 días de anticipación y por no pago de la parte subsidiada, acumulando tres cuotas sucesivas insolubles.
Esta información fue otorgada por la asistente social del municipio Rosita Oyarzún, quien me indicó a su vez que siente las molestias de los usuarios.
Invito a través de este diario a los afectados para que se acerquen a la municipalidad a exponer sus derechos, los cuales han sido vulnerados por cuanto son enviados al Ministerio de Desarrollo Familiar en Santiago.Job Dumenes Vargas
Brutalidad y política
Soy un convencido que la brutalidad es una característica intrínsecamente humana. Algunos animales que ejecutan acciones brutales (sin considerar a los seres humanos) no son brutos o actúan brutalmente per sé. Son como son ya que está en su naturaleza.
Echando un vistazo a la historia universal y a nuestra historia local, cada vez me convenzo más que el gen de la brutalidad en nuestra especie probablemente sea un gen dominante, atenuado con mayor o menor efectividad por nuestros hábitos gregarios y las relaciones sociales. Así como existen condiciones que atenuarían la expresión de conductas brutales, como el amor, la compasión o la empatía; existen otras condiciones que promoverían la brutalidad verbal o física, como lo es el ejercicio del poder en todas sus formas.
Cuando los seres humanos nos sentimos con y ejercemos el poder, la tasa de brutalidades que pensamos, decimos y hacemos aumenta dramáticamente. Un ejemplo de ello son las fuerzas armadas, donde se promueve, fomenta y profesionaliza la brutalidad y la vemos en su máxima expresión cuando esos grupos entran en acción en guerras contra "enemigos" externos o internos.
En períodos pre-eleccionarios donde muchos candidatos provienen desde esferas de poder de distinta naturaleza (política, económica o religiosa), es habitual escuchar declaraciones brutales de distintos calibres, que a veces sorprenden, otras dan risa.
Lo dramático es que esas risas se transforman en temores y llantos de impotencia y rabia, cuando algunos de esos candidatos alcanzan los puestos de poder por elección popular o por acciones antidemocráticas, y comienzan a transformar en actos algunos de sus pensamientos brutales, a través de políticas públicas que no dejan de sorprender por sus efectos nocivos.
En la edad del antropoceno que nos toca vivir en esta comarca subdesarrollada, los criterios neoliberales de crecimiento económico a ultranza e individualismo in extremis, han sido el caldo de cultivo ideal para la gestación, proliferación y desarrollo de brutalidades de distinta magnitud como las AFP's, las isapres, el sistema educacional desde la sala cuna hasta los centros educacionales superiores, amplios aspectos de la institucionalidad ambiental, las políticas de migración, las políticas respecto de la infancia y juventud, las políticas de descentralización, el Transantiago o el puente Cau-Cau, entre innumerables otras brutalidades
Confío en que las variadas expresiones de humanidad que se desarrollan fuera de las esferas de poder, alguna vez terminen por permear y transformar las brutalidades intelectuales y de facto. Marcelo Saavedra Pérez, biólogo
Contenedores llenos
Si bien es positivo que existan contenedores para depositar botellas y plástico en Osorno, como una forma de reciclar desechos, los encargados deben preocuparse de mantenerlos limpios y en condiciones, ya que varios están repletos y sucios. Ello desalienta a quienes acuden para ayudar con el medio ambiente, especialmente los niños y jóvenes.
Miguel Bernales