"No puede ser que estos trabajos hayan durado tan pocos meses, algo hicieron mal"
Bernardo Candia, alcalde de San Juan de La Costa, por hoyos en la Ruta al Mar
"Nos deben aproximadamente unos 4 o 5 millones de pesos, pero no es sólo a nosotros"
Carlos Moraga, presidente de Osorno Básquet, por deudas de la federación
El raps está consolidando su regreso en gloria y majestad. Esto, porque al trabajo que realiza hoy en día la empresa Ecsa, que mantiene contrato con Molinera Gorbea para la compra del cultivo, se sumó el anuncio de Iansa de construir una planta de aceite en Rapaco, distante a siete kilómetros de La Unión.
Una verdadera fiesta del básquetbol se vivió en el Gimnasio Español, por el contundente e inapelable triunfo del quinteto de Provincial Osorno ante Deportivo Valdivia por 133 a 86. Un triunfo muy especial, porque se consiguió ante un tradicional rival como Valdivia, que fue superado de comienzo a fin en todos los aspectos.
Silenciosa, pero sostenidamente, Osorno ha ido ganando terreno en el mapa de las ciudades con mejor calidad de vida en el país. Contra todos los pronósticos de los agoreros que nunca faltan, y que parecen solazarse con aquellos anticuados motes de ciudad fea o clasista (como si el resto de las urbes pudiesen librarse de estas estigmatizaciones), la cabecera de la provincia volvió a ocupar el lugar número 13 en el ranking de las ciudades con mejor calidad de vida que año tras año elaboran la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, perteneciente a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile. En la medición de 2016 había alcanzado la misma posición, rubricando de esta forma el enorme salto que ha experimentado en los últimos años y que según los propios investigadores constituye el ejemplo más relevante de éxito de las 93 urbes analizadas.
Tanto o más que la posición alcanzada, y que le permite a Osorno ubicarse por sobre Puerto Montt, La Serena y Talca, por nombrar algunas ciudades, el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) deja en evidencia los enormes logros conquistados en los últimos años. Ninguna otra urbe en el país puede exhibir la evolución de Osorno, que en cinco años pasó de ocupar el lugar 84 del estudio al número 13.
El mérito obtenido es aún mayor si se considera que varias de las ciudades que figuran en el top ten del ICVU son capitales regionales, condición que implica una inversión mayor del Estado, lo que impacta tanto en una mayor generación de empleo como en la provisión de servicios de todo tipo. Osorno, sin las ventajas de una mayor presencia estatal (algo que se ha abordado en este diario en el último tiempo), ha conseguido consolidarse en los puestos de avanzada.
Claramente la ciudad tiene todavía muchas falencias. No hay que olvidar a las familias de los campamentos que esperan por una vivienda digna, la congestión vehicular y la larga espera por el Teatro de las Artes. En todas esas áreas se esperan mayores avances. No obstante, el ICVU debe llenar de orgullo a los osorninos, que viven en una ciudad que al menos en el comparativo, ofrece grandes condiciones para una buena calidad de vida.
La contaminación ambiental es un problema a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió en septiembre de 2016 un informe en el que advierte que el 92% de la población total del planeta vive en áreas donde la contaminación del aire supera los límites establecidos por el organismo. Según la OMS, Chile es uno de los países con mayor contaminación ambiental en Latinoamérica. Las ciudades con peor calidad del aire son Coyhaique, Padre Las Casas, Osorno, Valdivia, Temuco y Santiago.
En el sur del país, la combustión que se genera por el uso excesivo de leña para la calefacción de los hogares forma parte del 95% de la contaminación del aire. Las bajas temperaturas, las condiciones geográficas que encierran a la ciudad y la mala ventilación favorecen el aumento de material particulado fino en el aire. Este escenario ha motivado en los últimos años a tomar medidas que permitan bajar los niveles de contaminación; tanto así que ya más del 38% de la población identifica la contaminación del aire como el problema medioambiental más importante en la Región de Los Lagos.
Actualmente, se sabe que la exposición de las personas -especialmente los niños- a la contaminación atmosférica ocasiona diversas alteraciones a nivel del sistema respiratorio, que bien merecen ser analizadas. Los contaminantes del aire producen una inflamación que altera los mecanismos de defensa propios del sistema respiratorio, lo que en definitiva ocasiona una respuesta en la vía aérea, situación que puede desencadenar complicaciones en pacientes con patología respiratoria crónica como asma bronquial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedades derivadas de la tuberculosis y la fibrosis pulmonar entre otras.
En niños se han estudiado los siguientes efectos agudos; se ha demostrado inflamación de la vía aérea, hiperreactividad bronquial, síntomas respiratorios como irritación de nariz y garganta, consultas a urgencia, hospitalizaciones y alteraciones transitorias de la función pulmonar.
Cada vez existe mayor evidencia en cuanto al efecto agudo y crónico de la contaminación ambiental sobre el sistema respiratorio debido a sus condiciones biológicas que los hacen más susceptibles. Es por ello que resulta de vital importancia comenzar a adoptar medidas que permitan disminuir la contaminación ambiental y evitar la exposición prolongada por parte de las personas.
Carlos Cavada Peña, docente de Kinesiología
de la Universidad San Sebastián, sede Patagonia
Recordando al far west, un grupo de agricultores que recibió oportunamente la necesaria colaboración de la policía uniformada, cercó y redujo a una banda de nueve cuatreros fuertemente armados con revólveres y cuchillos en los momentos en que arreaban ganado robado en el sector de La Cumbre, en el camino al mar.