Solemos vivir inmersos en las urgencias, en soluciones de corto plazo para problemas que demandan soluciones de mayor alcance y visión de futuro. Pero hay una ciudadanía que quiere oportunidades para crecer, aspira a nuevas herramientas para una mejor calidad de vida, que tiene otros componentes que hace un par de décadas. La pobreza tiene otro rostro, y expresa una desigualdad enorme en términos de oportunidades.
¿Cuánto de nuestra discusión se enfoca en los desafíos de un mundo globalizado y su gente? ¿Visualizan nuestros líderes proyección para enfrentar el cambio climático, los desafíos y oportunidades de una sociedad diversa, la promoción del crecimiento de actividades e industrias limpias que dignifican el trabajo y permiten el desarrollo integral de la persona? La respuesta la constata usted mismo en lo cotidiano.
Demorar el cambio en la calidad de nuestra discusión favorece la polarización y el conflicto, debilita nuestra proyección de futuro y nos sumerge en un pesimismo indeseable. Debemos hacernos cargo del presente y futuro de nuestra región, no permitiendo la degradación de su patrimonio y capacidades para que haya inversión, productividad e innovación para un crecimiento sostenible, con las herramientas y las tendencias de las aspiraciones de una sociedad en cambio, que privilegia todo lo que tenemos: lugares de ocio y experiencias únicas y seguras, alimentos naturales, diversas fuentes de agua y energías renovables, y lugares para vivir, crear e innovar, con gran calidad de vida, como pocos en el planeta.
No debemos ser reconocidos en el país, debemos ser reconocidos en el mundo y tenemos los recursos y la oportunidad para lograrlo.
Nos falta enfocarnos seriamente en esta tarea, en la que tenemos obligación de avanzar en esta mirada de futuro, que siempre merece atención, pero no para hacer de ella la habitualidad. Si queremos sostener los esfuerzos que el Gobierno, Corfo y otros organismos han iniciado en innovación, emprendimiento, educación técnica, industrias creativas y plataformas de apoyo en la región, se necesita la fuerte compañía de un clima que no confunda lo urgente con lo importante.
Adolfo Alvial Muñoz, director regional de Corfo