El día de ayer se realizó en Puerto Varas el tercer Encuentro de Emprendimiento Juvenil con estudiantes de la educación técnica llamado "Compartiendo nuestros sueños".

Tal como su nombre lo dice, no es una feria, sino un espacio de encuentro que busca que jóvenes de toda la Región, e incluso de otras regiones, compartan en un espacio común, conozcan las ideas que tienen jóvenes iguales que ellos, pero que viven en un entorno y realidad distinta, abriendo así su mente, su creatividad y el espacio para la innovación.

Pero no es sólo un encuentro con sus pares, sino también la oportunidad de enfrentarse a la comunidad, de desarrollar competencias fundamentales para la vida, como es poder comunicar una idea, ser capaz de vender un proyecto, sus beneficios, por qué es mejor que la competencia, etc. Sin duda esto fue algo único para los jóvenes al enfrentarse a desconocidos que visitaron el encuentro, ya que es primera vez que se realiza en un espacio público como lo es la calle techada de Puerto Varas.

Dentro de los proyectos que se presentaron, quisiera destacar un elemento que no deja de sorprender. El cuidado del medio ambiente, la vida sana y el reciclaje de productos diría que estuvo presente en más del 80% de los proyectos. Creo que es una noticia alentadora, tenemos jóvenes preocupados por su entorno, de cuidarlo más, de cuidarse a sí mismos a través de la alimentación saludable, no desechar todo a la primera y buscar usos alternativos a cosas que ya "no" sirven, según algunos. Sin duda estos pequeños proyectos hoy pueden ser grandes innovaciones mañana, ya sea como emprendedores o como empleados, que buscarán hacer los procesos productivos más amigables con el medio ambiente y las personas.

Quisiera terminar haciendo una invitación a soñar. No nos importa si ninguno de estos proyectos se transforma el día de mañana en una empresa, estos jóvenes se dieron cuenta que son capaces de lograr lo que se proponen. Nosotros los invitamos a soñar alto, que crean en ellos mismos, esperamos que sus padres y profesores lo hagan también y se sientan orgullosos de lo que han logrado estos estudiantes, que año a año nos vuelven a sorprender con su creatividad e innovación. Compartiendo nuestros sueños, logramos que otros sueñen también.

Cristóbal García Latorre,

director ejecutivo de ONG Canales

Conquistar la atención de los estudiantes de enseñanza básica y media en las salas de clases de los colegios es, ya se sabe, todo un desafío para los profesores. Deben luchar contra variados distractores y, además, la capacidad "digital" que tienen los niños y jóvenes de hoy, que les permite poner atención a múltiples contenidos, expresada, por ejemplo, en aquellos que simultáneamente se desenvuelven en juegos on line, chatean, escuchan música y descargan información para estudiar o realizar sus tareas. Es una característica del todo distinta a la que exhibían los alumnos "análogos" de hace algunas décadas, que le dedicaban su atención a sólo un asunto por la sencilla razón de que no habían desarrollado la especial multiplicidad de hoy.

A los estudiantes de hoy, entonces, hay que conquistarlos con otros métodos y contenidos. Un buen ejemplo de esto lo trajo a Osorno la semana pasada el ingeniero comercial Rodrigo Quevedo, presidente de la Asociación Chilena de Robótica, quien desde esta plataforma y de su propio emprendimiento está sembrando la semilla de la búsqueda del conocimiento en los niños y jóvenes interesados en la aplicación práctica de la tecnología. En sencillas palabras, este experto en robótica explicó las enormes oportunidades que hay en esta área y la especial habilidad que tienen los menores para insertarse en este mundo que sin duda irá adquiriendo mayor importancia con el paso de los años.

Quevedo fue desarrollando la robótica desde su propia casa, involucró a sus hijos y llegó incluso a participar en un concurso de la Nasa. Su principal creación, hasta ahora, ha sido un sistema de control mental para silla de ruedas que ya ha sido probado por pacientes de la Teletón.

La fascinación que los niños y jóvenes sienten por este tipo de experiencias debiera servir como una guía para el sistema educativo nacional, que pide a gritos una reformulación para ponerse a tono con la capacidad de aprendizaje de los alumnos. La ciencia y la tecnología pueden llegar a ser excelentes facilitadores para reencantar a los estudiantes con el aula escolar.

El día de ayer se realizó en Puerto Varas el tercer Encuentro de Emprendimiento Juvenil con estudiantes de la educación técnica llamado "Compartiendo nuestros sueños".

Tal como su nombre lo dice, no es una feria, sino un espacio de encuentro que busca que jóvenes de toda la Región, e incluso de otras regiones, compartan en un espacio común, conozcan las ideas que tienen jóvenes iguales que ellos, pero que viven en un entorno y realidad distinta, abriendo así su mente, su creatividad y el espacio para la innovación.

Pero no es sólo un encuentro con sus pares, sino también la oportunidad de enfrentarse a la comunidad, de desarrollar competencias fundamentales para la vida, como es poder comunicar una idea, ser capaz de vender un proyecto, sus beneficios, por qué es mejor que la competencia, etc. Sin duda esto fue algo único para los jóvenes al enfrentarse a desconocidos que visitaron el encuentro, ya que es primera vez que se realiza en un espacio público como lo es la calle techada de Puerto Varas.

Dentro de los proyectos que se presentaron, quisiera destacar un elemento que no deja de sorprender. El cuidado del medio ambiente, la vida sana y el reciclaje de productos diría que estuvo presente en más del 80% de los proyectos. Creo que es una noticia alentadora, tenemos jóvenes preocupados por su entorno, de cuidarlo más, de cuidarse a sí mismos a través de la alimentación saludable, no desechar todo a la primera y buscar usos alternativos a cosas que ya "no" sirven, según algunos. Sin duda estos pequeños proyectos hoy pueden ser grandes innovaciones mañana, ya sea como emprendedores o como empleados, que buscarán hacer los procesos productivos más amigables con el medio ambiente y las personas.

Quisiera terminar haciendo una invitación a soñar. No nos importa si ninguno de estos proyectos se transforma el día de mañana en una empresa, estos jóvenes se dieron cuenta que son capaces de lograr lo que se proponen. Nosotros los invitamos a soñar alto, que crean en ellos mismos, esperamos que sus padres y profesores lo hagan también y se sientan orgullosos de lo que han logrado estos estudiantes, que año a año nos vuelven a sorprender con su creatividad e innovación. Compartiendo nuestros sueños, logramos que otros sueñen también.

Cristóbal García Latorre,

director ejecutivo de ONG Canales

Conquistar la atención de los estudiantes de enseñanza básica y media en las salas de clases de los colegios es, ya se sabe, todo un desafío para los profesores. Deben luchar contra variados distractores y, además, la capacidad "digital" que tienen los niños y jóvenes de hoy, que les permite poner atención a múltiples contenidos, expresada, por ejemplo, en aquellos que simultáneamente se desenvuelven en juegos on line, chatean, escuchan música y descargan información para estudiar o realizar sus tareas. Es una característica del todo distinta a la que exhibían los alumnos "análogos" de hace algunas décadas, que le dedicaban su atención a sólo un asunto por la sencilla razón de que no habían desarrollado la especial multiplicidad de hoy.

A los estudiantes de hoy, entonces, hay que conquistarlos con otros métodos y contenidos. Un buen ejemplo de esto lo trajo a Osorno la semana pasada el ingeniero comercial Rodrigo Quevedo, presidente de la Asociación Chilena de Robótica, quien desde esta plataforma y de su propio emprendimiento está sembrando la semilla de la búsqueda del conocimiento en los niños y jóvenes interesados en la aplicación práctica de la tecnología. En sencillas palabras, este experto en robótica explicó las enormes oportunidades que hay en esta área y la especial habilidad que tienen los menores para insertarse en este mundo que sin duda irá adquiriendo mayor importancia con el paso de los años.

Quevedo fue desarrollando la robótica desde su propia casa, involucró a sus hijos y llegó incluso a participar en un concurso de la Nasa. Su principal creación, hasta ahora, ha sido un sistema de control mental para silla de ruedas que ya ha sido probado por pacientes de la Teletón.

La fascinación que los niños y jóvenes sienten por este tipo de experiencias debiera servir como una guía para el sistema educativo nacional, que pide a gritos una reformulación para ponerse a tono con la capacidad de aprendizaje de los alumnos. La ciencia y la tecnología pueden llegar a ser excelentes facilitadores para reencantar a los estudiantes con el aula escolar.