Calles en Osorno
Ya se me colmó la paciencia sobre el estado de las calles. Me dirigía a la Farmacia Vecinal en mi silla de ruedas, pero al llegar a la esquina de Matta con Los Carrera, no sabía por dónde cruzar, ya que las cuatro esquinas estaban nuevamente picadas. Le pregunté a uno de los obreros (que a esa hora ya no hacían nada, 15.30 horas) hasta cuándo terminarían con picotear y arreglar finalmente las calles, a lo cual uno de ellos me respondió riéndose que porqué no me quedaba en casa mejor. Una falta de respeto, porque nadie sabe lo que le depara el futuro.
Creo que ya desplazarme en silla de ruedas es una limitante, pero más encima recibir una respuesta burlona me hizo sentir totalmente discriminada.
Aprovechando el tema de las calles, me gustaría que alguna autoridad recorriera las calles del centro, específicamente Freire entre Mackenna y Ramírez, en mi caso es un suplicio andar por esa cuadra. Hay un kiosko frente a la tienda Butte por donde me es imposible pasar, si no quiero correr el riesgo de caerme, como ya me sucedió en marzo de este año en calle Baquedano. El arreglo de las calles hace 2 años ha sido un completo dolor de cabeza para cualquier persona y con mayor razón los que están en las mismas condiciones mías.
Creo que esta es la cuarta vez que me dirijo a este diario para reclamar por los mismos motivos, pero no veo soluciones, tal vez ya se han cansado de que solo sea la misma persona que reclama, pero yo no solo lo hago por mí, sino por todas las personas que se quejan pero no hacen nada.
Mi silla de ruedas se está desarmando y mi columna pide descanso, me gustaría que alguna autoridad salga conmigo en silla y vea in situ lo que yo vivo a diario.
Marisol Luttecke Hess
Francke, Rahue y Bertín
Rahuinos y franckinos: hay sobradas razones para no votar por Jaime Bertín. Mientras casi toda la inversión, inauguraciones, lanzamientos de actividades deportivas y culturales, arreglos de veredas, fuentes de agua, arreglos de plazas, promoción del turismo, farmacia comunitaria, etcétera, se hacen en el sector céntrico y oriente, Rahue y Francke siguen siendo casi invisibles, descuidados, a la deriva, casi sin un plan maestro de recuperación ni progreso serio. ¿Cómo no va a ser posible que un alcalde en todos estos años no haya gestionado un liceo, una feria que no esté indignamente en la calle o una compañía de bomberos para Francke; o haya promovido la inversión privada para que una bencinera se instale allí? ¿Saben por qué? Porque, para él sólo cuenta donde el turista pasa conociendo: el centro y el área oriente de la ciudad.
Desconfío de quien se niega a debatir con otros candidatos y me molesta su carácter personalista, casi arrogante, soberbio, de poca sintonía con la gente. Es un alcalde de escritorio, que poco le importa solucionar tacos de Rahue y Francke cada mañana, y que está preocupado de aparecer en cada página de una revista municipal que es una alegoría y propaganda para él, donde presenta obras que son ministeriales y de Gobierno Regional como si fueran municipales. Despierten rahuinos, despiertes franckinos.
Rodrigo Riquelme Muñoz
En nombre de Dios
Camila, en su juventud, defendió fervientemente los derechos estudiantiles integrando marchas públicas en su apoyo. Ya como diputada prometió mantener dicha defensa con un pie en la calle y el otro en su alto cargo, promesa que no cumplió al preferir posar los dos pies cómodamente en la Cámara Baja, dejando a los estudiantes en incierta situación y ella disfrutando de un suculento sueldo sumado al de su primera pareja cubana -padre de su hija-, relación terminada y cambiada por otro cubano, músico.
Ahora sus principios comunistas la dirigen a irse en contra de Dios al proponer oficialmente la suspensión de su mención inicial al abrir las sesiones de las Cámaras del Congreso: "En nombre de Dios, se abre la sesión". Olvidó sugerir la supresión del Te Deum Nacional.
¡Por Dios que cambia Camila al alcanzar el estrato soñado como parlamentaria! Parece que su creencia íntima sólo se concentra en adorar al Partido Comunista y a sus estatutos, que rechazan toda vida civilizada, incluyendo a Dios y su presencia en matrimonios para toda la vida.
David Benavente
A cuidar la alameda
Quiero destacar el trabajo de paisajismo y jardinería que se observa en el bandejón de la alameda de Mackenna, donde hay numerosos árboles, arbustos y helechos nativos que cuando crezcan serán de gran belleza. No obstante, llamo a los transeúntes y usuarios a cuidar aquella obra, porque ya es posible observar basura botada en algunos puntos. Hay personas que carecen de aquellos hábitos que ciertamente se aprenden en el hogar y se heredan de generación en generación.
Pedro Bernal